Foto: EPA
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Siria es uno de los países más peligrosos para los cristianos. Así lo acaba de advertir, en su informe anual, la organización internacional cristiana de DDHH Open Doors.
En la investigación se denuncia que los cristianos sirios son víctimas de la violencia y muchos santuarios han sido destruídos.
La organización de beneficencia publica en su informe habitual la nómina de países en los que los cristianos son víctimas de las mayores persecuciones. En ella, Siria se empinó en el último año del trigésimo sexto al décimo primer lugar. Los defensores de los DDHH reunieron informaciones de muchos cristianos en Siria que habían sido secuestrados, sometidos a violencia física o asesinados en los lugares controlados por los opositores islamistas. Los activistas de los DDHH denuncian las acciones sacrílegas perpetradas también contra los santuarios cristianos. Muchos templos fueron deteriorados o lisa y llanamente destruidos.
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