miércoles, 17 de septiembre de 2014

La música puede atraer a la gente al mensaje de Dios.


Cantad a Jehová cántico nuevo; cantad a Jehová, toda la tierra. Cantad a Jehová, bendecid su nombre; anunciad de día en día su salvación. Salmos 96:1, 2.
Hace unas pocas noches mi mente estuvo muy preocupada con lo que podríamos hacer para llevar la verdad a los pobladores de las grandes ciudades. Estamos seguros de que si logran escuchar el mensaje, algunos aceptarán la verdad y a su vez la comunicarán a otros.
Los ministros advierten a sus congregaciones y dicen que es una doctrina peligrosa la que se está presentando, y que si van a escuchar serán engañados con esa doctrina extraña. Desaparecerían los prejuicios si consiguiésemos que la gente salga para oír. Estamos orando acerca de este asunto, y creemos que el Señor proporcionará un lugar donde estos mensajes de amonestación e instrucción sean dados a la gente en estos últimos días.
Una noche me pareció estar en una reunión donde se hablaba de estos asuntos. Y un hombre muy serio y digno vino y me dijo: “Ustedes están orando para que el Señor envíe a hombres y a mujeres de talento para que se dediquen a la obra. Tienen talentos en su medio que necesita recibir reconocimiento”.
Se formularon proposiciones sabias y se pronunciaron las palabras cuyo resumen doy a continuación. Él dijo: “Llamo la atención de ustedes al talento del canto que debiera cultivarse, porque la voz humana expresada en cantos constituye uno de los talentos dados por Dios y que deben emplearse para su gloria. El enemigo de la justicia utiliza provechosamente este talento en su servicio. Y lo que es un don de Dios, dado para bendecir a las almas, es pervertido, mal aplicado y sirve a los propósitos de Satanás.
“Este talento de la voz es una bendición si se consagra para servir a su causa. [Carrie Gribble] tiene talento, pero éste no es apreciado. Debiera tomarse en cuenta su posición, y su talento atraerá a la gente y así ésta oirá el mensaje de verdad”.—El Evangelismo, 363.

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