sábado, 25 de abril de 2015

Para los adventistas, el Papa sigue siendo el Anticristo

Para los adventistas, el Papa sigue siendo el Anticristo


Luis Santamaría, el 19.09.14 a las 9:59 AM


Desde que llegara a la cátedra de San Pedro, el papa Franciscosorprende a propios y extraños. Sus palabras, sus gestos y, en definitiva, su forma de ser parece que han caído bien a personas, instituciones y medios de comunicación que hasta ahora observaban al papado y a la persona que lo concretara en cada momento con una actitud al menos de recelo, cuando no de un ataque visceral. Por eso hace poco no me extrañó ver en la portada de la edición digital de la Revista Adventista, publicada por los Adventistas del Séptimo Día, una gran foto de Bergoglio que encabezaba un artículo titulado “El nuevo rostro amigable del papado”.

Si hasta algunos modelos de prensa confesionalmente anticlerical han sucumbido ante la simpatía del Papa argentino –pensé yo–, ¿por qué no van a hacerlo también los miembros de un grupo que, aunque se ha destacado tradicionalmente por su aversión al primado de la sede romana, se dice ahora que cada vez son más abiertos, más cristianos y menos sectarios?

Y es que una de las características del adventismo es, como digo, su inquina contra la figura del Papa. Actitud que hay que explicar en el marco de su surgimiento dentro del mundo de la Reforma protestante, que desde sus inicios se destacó por la crítica feroz no sólo contra los excesos particulares e históricos de la forma de ejercer el ministerio del obispo de Roma, sino también contra su misma esencia y legitimidad. Para situarnos mejor, hay que resumir la historia y la identidad de los Adventistas del Séptimo Día, aún a riesgo de simplificar.

Nos vamos hasta el siglo XIX, con la figura del estadounidense William Miller (1782-1849), uno de los protagonistas del reavivamiento cristiano de su época. Su peculiar interpretación apocalíptica de la Sagrada Escritura lo hizo muy popular, y comenzó a predecir las fechas de la parusía, fracasando estrepitosamente al señalar los años 1843 y 1844, años en los que, como sabemos bien, no vino el regreso esperado del Señor Jesús.http://infocatolica.com/blog/infories.php/1409181156-para-los-adventistas-el-papa

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