Un legislador demócrata pronuncia un sermón apasionado en la Cámara de Representantes mientras promueve los Diez Mandamientos en las escuelas públicas.

 

Cuando tanto demócratas como republicanos comienzan a unirse para promover la unión de la Iglesia y el Estado, esto indica que los cimientos mismos del gobierno estadounidense y nuestras protecciones constitucionales están llegando rápidamente a su fin. Cuando ambos partidos principales adoptan la fusión de la autoridad religiosa con el poder político, esto no es un resurgimiento de la fe y la libertad, sino un resurgimiento de la teocracia, el autoritarismo y el colapso de la libertad religiosa y civil.

El Proyecto de Ley 178 de la Cámara de Representantes de Alabama, patrocinado por el representante republicano Mark Gidley, es una propuesta de ley que exigiría que los Diez Mandamientos se exhiban en las escuelas primarias y secundarias. Gidley es pastor del Centro de Adoración Faith en Glencoe, Alabama, y ​​presentó la medida, que fue aprobada por la cámara con 88 votos a favor y 11 en contra. [1]

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