En una época marcada por la ambigüedad teológica y una tendencia predominante a priorizar las relaciones públicas sobre la pureza doctrinal, es profundamente alentador ver a algunos de nuestros pastores ofrecer una afirmación clara y valiente de nuestros mensajes proféticos sobre la bestia, la imagen y la marca, especialmente en momentos como el fallecimiento del papa Francisco. Sin duda, una de las mayores tentaciones para los adventistas del séptimo día hoy —que a menudo resulta en la atenuación u ocultación de verdades distintivas— es buscar mantener la relevancia cultural evitando la controversia. Sin embargo, la fidelidad a la palabra profética no solo es posible, sino necesaria, incluso en un mundo que prefiere las trivialidades vacías a la verdad presente.
En un artículo publicado el 21 de abril de 2025 por la División Sudamericana (SAD) llamado “El nuevo Papa y las profecías del Apocalipsis”, [1] el pastor Rafael Rossi, quien se desempeña como Director de Evangelismo de la SAD , aborda la muerte del Papa Francisco y las implicaciones políticas y religiosas que juega el Vaticano en el cumplimiento de la profecía bíblica.
En su artículo, el pastor Rossi cuestiona las interpretaciones proféticas simplistas que consideran al Estado Vaticano únicamente a la luz de la muerte de un solo papa, Francisco. Históricamente, argumenta, el papado ha ejercido una significativa influencia religiosa y política desde la Antigüedad tardía. Ofrece una crítica profunda de la reivindicación de la autoridad papal por parte de la Iglesia Católica, contrastando los acontecimientos históricos con la verdad bíblica. El pastor Rossi reconoce el proceso histórico mediante el cual Roma consolidó su poder tanto religioso como político, especialmente en ausencia de un emperador romano unificador, y explica que este ascenso tuvo tanto que ver con la política como con la doctrina.
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