Elena de White y sus secretarios recibieron la vacuna contra la viruela cuando había un epidemia en su época. Y en aquellos días la ciencia médica no estaba tan avanzada como lo está hoy en día.
El Pastor D.E. Robinson, uno de los secretarios de Elena White recibió una pregunta acerca de la vacunación. Él respondió en una carta del del 12 de junio de 1931:
“Usted solicita información definida y concisa sobre lo que escribió la hermana White en cuanto a la vacunación y el suero.
Esta pregunta la puedo contestar con brevedad, pues según los registros que tenemos, ella nunca se refirió en sus escritos a las vacunas y el suero.
Sin embargo, es de interés que, en aquel tiempo, cuando había una epidemia de viruela en la vecindad, ella se vacunó y urgió a los ayudantes que trabajaban con ella a que también se vacunaran. Al tomar este paso la hermana White reconoció que se había comprobado que la vacuna inmuniza contra viruela o alivia significativamente los efectos en alguien que lo contrae. Ella también reconoció que era peligroso exponer a otros al no tomar esta precaución.”