martes, 8 de julio de 2025

Dejemos de evadir los verdaderos problemas

 

Al iniciarse el Congreso de la Conferencia General de 2025, con creyentes de todo el mundo observando y orando, existe una clara sensación de frustración entre muchos fieles. Si bien se nos darán charlas sobre la devolución de nuestros diezmos y ofrendas —como se describe en la agenda propuesta para el Manual de la Iglesia de 2025—, debemos preguntarnos: ¿Es esta realmente la preocupación más acuciante del pueblo remanente de Dios en este momento crítico de la historia?

La respuesta es no.

La gente no busca recordatorios sobre la administración fiel del dinero. Lo que anhela es rendición de cuentas y voz en las decisiones que definen la misión y la identidad de este movimiento. Lo que clama es transparencia y la valentía moral para afrontar los numerosos problemas que se presentan.

¿Dónde está la conversación sobre la Declaración de Reafirmación sobre la COVID-19? ¿Por qué no se ha derogado formalmente, o al menos, no se ha debatido con el pleno de delegados? ¿Por qué el Comité Ejecutivo de la Conferencia General actúa como autoridad doctrinal sin que la iglesia mundial vote sobre las políticas que aprueba? ¿Quién le dio a un puñado de administradores el derecho de eludir el sacerdocio de todos los creyentes?

¿Y cuándo afrontaremos la alarmante realidad de nuestra condición de ONG ante las Naciones Unidas? ¿Somos la iglesia remanente o un peón de las instituciones globalistas? ¿Hemos olvidado que nuestra misión es proclamar los Mensajes de los Tres Ángeles, no servir como embajadores de los mandatos y las agendas políticas de salud global de la Organización Mundial de la Salud?

https://adventmessenger-org.translate.goog/let-us-stop-avoiding-the-real-issues/?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=sc 

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