SE CULPA A LOS HIJOS DE 
DIOS
"¡Ay de 
los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros 
con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo." (Apoc. 12: 12). 
A medida 
que los hombres se apartan cada vez más de Dios, se le permite a Satanás ejercer 
poder sobre los hijos de desobediencia. Lanza destrucción entre los hombres. Hay 
calamidades por tierra y mar. El fuego y la inundación destruyen la propiedad y 
la vida. Satanás decide acusar de esto a los que se niegan a inclinarse ante el 
ídolo que él ha erigido. Sus agentes señalan a los adventistas como la causa de 
las dificultades. "Esta gente desafía abiertamente la ley", dicen. "Profanan el 
domingo. Si se los obligara a obedecer la ley dominical, cesarían estos 
terribles juicios". (Nota: *RH, 16-7-1901.) 
Vendrán calamidades, 
calamidades sumamente pavorosas, de lo más inesperadas; y estas destrucciones se 
sucederán unas a otras. Si se prestara atención a las amonestaciones que Dios ha 
dado, y si las iglesias se arrepintiesen y volviesen a ser fieles, entonces 
otras ciudades serían perdonadas por un tiempo. Pero si los hombres que han sido 
engañados continúan en el mismo camino en el cual han estado andando, sin 
prestar atención a la ley de Dios y presentando 
falsedades ante el pueblo, Dios permite que sufran calamidades, para que sus 
sentidos despierten. (Nota: *EE, 24.) 
Los juicios serán proporcionales a 
la maldad de la gente y a la luz de la verdad que han tenido. Si han tenido la 
luz, el castigo será de acuerdo con esa luz. (Nota: *M 173, 1902.) 
Satanás interpreta a su manera los acontecimientos, y [los hombres 
influyentes] piensan, como él quiere, que las calamidades que azotan la tierra 
son resultado de la profanación del domingo. Creyendo aplacar la ira de Dios, 
esos hombres promulgan leyes para obligar a la gente 
a guardar el domingo. Piensan que al exaltar cada vez más ese falso día de 
reposo. . . están sirviendo a Dios. Los que honran a Dios al guardar el 
verdadero día de reposo son considerados desleales al Señor, cuando realmente 
son los que así los consideran los desleales, porque están pisoteando el día de 
reposo instituido en el Edén.175 (Nota: *M 85, 1899