“¡Que se eleve fuerte en toda la tierra el grito de la paz!”. Lo ha repetido el Papa Francisco a los muchísimos fieles que han colmado la plaza de San Pedro el miércoles 4 de septiembre, por la mañana, en la primera audiencia general tras la pausa del período de verano. Al término del encuentro, el Pontífice renovó la invitación a “vivir intensamente” la jornada especial de oración y ayuno convocada para el sábado 7 de septiembre, exhortando en particular a los romanos y a los peregrinos a unirse a él en la vigilia programada de las 19 a las 23 horas en la plaza. Una invitación —extendida también “a los demás hermanos cristianos, a los hermanos de las demás religiones y a los hombres y mujeres de buena voluntad que quieran unirse, en los lugares y en los modos que les sean propios, a este momento”— que está suscitando aprobación y adhesiones siempre crecientes entre creyentes y no creyentes en todo el mundo.
Isaías 47:9 Pero estas dos cosas vendrán de repente sobre ti en un mismo día: pérdida de hijos y viudez. Vendrán sobre ti en toda su plenitud a pesar de tus muchas hechicerías, a pesar del gran poder de tus encantamientos.