El volcán Momotombo, de 1.297 metros de
altura, “expulsó gases, cenizas, material incandescente, (y) se
levantaron nubes de más de 1.000 metros de altura”, afirmó la portavoz
del gobierno, la primera dama Rosario Murillo, a medios oficiales.
El volcán Momotombo,
situado a 40 kilómetros de Managua, entró en proceso eruptivo el pasado
1 de diciembre, tras permanecer 110 años de dormido, registrando hasta
la fecha más de 60 explosiones, señaló el gobierno.
La actividad del coloso ha estado acompañada, a veces, de pequeñas
corrientes de lava que han caído en pendientes despobladas del
Momotombo, donde vive poca gente.
EL REY VIENE
"Cuando estas cosas comiencen a suceder,
erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca." Luc.
21: 28.
Cristo había mandado a sus discípulos que se fijasen en las
señales de su advenimiento, y que se alegrasen cuando viesen las pruebas de
que se acercaba. "Cuando estas cosas comenzaran a hacerse
-dijo-, mirad, y levantad vuestras cabezas, porque vuestra redención está
cerca". Llamó la atención de sus discípulos a los árboles a punto de brotar en
primavera, y dijo: "Cuando ya brotan, viéndolo, de
vosotros mismos entendéis que el verano está cerca.. Así también vosotros,
cuando viereis
hacerse estas
cosas, entended
que está cerca el reino de Dios" (Luc. 21: 8, 30-31).
Pero a medida que
el espíritu de humildad y piedad fue reemplazado en la iglesia por el orgullo y
formalismo, se enfriaron el amor a Cristo y la fe en su venida. Absorbido por la
mundanalidad y la búsqueda de placeres, el profeso pueblo de Dios fue quedando
ciego y no vio las instrucciones del Señor referentes a las señales de su
venida. La doctrina del segundo advenimiento había sido descuidada; los pasajes
de las Sagradas Escrituras que a ella se refieren fueron obscurecidos por falsas
interpretaciones, hasta quedar ignorados y olvidados casi por completo. Tal fue
el caso especialmente en las iglesias de los Estados Unidos de Norteamérica. La
libertad y comodidad de que gozaban todas las clases de la sociedad, el deseo
ambicioso de riquezas y lujo, que creaba una atención exclusiva a juntar dinero,
la ardiente persecución de la popularidad y del poder, que parecían estar al
alcance de todos, indujeron a los hombres a concentrar sus intereses y
esperanzas en las cosas de esta vida, y a
posponer para el lejano porvenir aquel solemne día en que el presente estado de
cosas habrá de
acabar.
Cuando el Salvador dirigió la
atención de sus discípulos hacia las señales de su regreso, predijo el estado de
apostasía que existía precisamente antes de su segundo advenimiento. Habría,
como en los días de Noé, actividad febril en los negocios mundanos y sed de
placeres, y los seres humanos iban a comprar,
vender, sembrar, edificar, casarse y darse en matrimonio, olvidándose entre
tanto de Dios y de la vida futura. La amonestación de Cristo para los que
vivieran en aquel tiempo es: "Mirad, pues, por vosotros mismos, no sea que
vuestros corazones sean entorpecidos con la glotonería, y la embriaguez, y los
cuidados de esta vida, y así os sobrevenga de improviso aquel día".""Velad,
pues, en todo tiempo, y orad, a fin de que logréis evitar todas estas cosas que van a suceder, y
estar en pie delante del Hijo del Hombre" (Luc. 21: 34, 36).- El conflicto de
los siglos , págs. 354-355.
Debemos contender muy fervientemente por la
fe que una vez fue dada a los santos. . . Debemos unirnos ahora y. . .
prepararnos para recibir a nuestro Rey que viene. Crezcamos en el conocimiento
de la verdad y démosle toda la excelencia y la gloria que merece a Aquel que es
uno con el Padre. Esforcémonos intensamente por recibir el ungimiento celestial
del Espíritu Santo.- Medical Ministry , pág. 22