Al comentar sobre la justicia de Cristo, Elena G. de White declaró:
«Mientras más estudies el carácter de Cristo, más atractivo te parecerá. Él llegará a ser como un amigo cercano en íntima comunión contigo. Tus afectos hacia él aumentarán. Si la mente es moldeada por los objetos con los que más se relaciona, entonces el pensar en Jesús, el hablar sobre él, te capacitará para parecerte a él en espíritu y carácter. Reflejarás su imagen en lo que sea elevado, puro y espiritual. Tendrás la mente de Cristo, y él te enviará al mundo como su representante espiritual. Él será tu única gloria»
(Ellen G. White 1888 Materials, capítulo 87, página 695).
La Justicia de Cristo es el corazón de nuestras creencias. Sin la Justicia de Cristo estamos ocupando un espacio en este mundo sin mensaje salvador.
Al colocar este material en sus manos esperamos que el poder del Espíritu transforme su vida, la de su familia, su liderazgo, su iglesia y su comunidad. Que usted sea un instrumento en las manos de Dios para transformar a otros.
Cómo está organizado este estudio
Las primeras cuatro lecciones se concentran en describir quién es Jesús—los roles principales que Él desempeña como el Hijo de Dios. Luego consideramos quién es el ser humano, a la luz del ideal de Dios al crearnos y los efectos que el pecado tiene en nuestras vidas. Las dos lecciones siguientes se concentran en la provisión de la justicia de Cristo como la única solución al problema del pecado. Las lecciones 10 a 17 tratan sobre la experiencia de adquirir la justicia de Cristo; como también sobre los inseparables temas de la justificación y la santificación por la fe.
