agosto 27, 2016
“Entonces el dragón fue airado contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo”.Apocalipsis 12:17.
En el cercano futuro veremos cumplirse estas palabras, cuando las iglesias protestantes se unan con el mundo y con el poder papal contra los observadores de los mandamientos. El mismo espíritu que movió a los papistas de siglos pasados, inducirá a los protestantes a seguir una conducta similar hacia aquellos que se mantienen leales a Dios.
Ya no debemos dormir en el terreno
encantado de Satanás, sino poner a requisición todos nuestros recursos y
valernos de toda oportunidad que nos ha provisto la Providencia. La
última amonestación ha de ser proclamada “a muchos pueblos y gentes y
lenguas y reyes” (Apocalipsis 10:11), y se nos hace la promesa: “He aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” Mateo 28:20.
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Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, pp. 425-430.
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