El presidente polaco Andrzej Duda decretó el martes una ley que limita ampliamente negociaciones los domingos, diciendo que eso beneficiará la vida de la familia de los empleados. Se espera que la legislación, elaborada por el gobierno conservador y la unión sindical Solidaridad, genere protestas de grandes cadenas de supermercados occidentales que son el principal objetivo de la ley. Gran parte de sus ganancias se genera los fines de semana, cuando muchos hacen sus grandes compras semanales. Los críticos afirman que algunas de esas redes hacen que sus empleados trabajen por largas horas con bajos salarios. Duda dijo que grandes comerciantes necesitarán ajustar sus prácticas al nuevo sistema y les pidió “comprensión”.
La ley permite exenciones para pequeños revendedores privados, panaderías, gasolineras, florerías, tiendas de hoteles y eventos artísticos. A partir del 1 de marzo, tiendas y mercados estarán cerrados en dos domingos de cada mes. Sólo un domingo al mes se liberará para el comercio en 2019, y a partir de 2020 la legislación se aplica a todos los domingos, excepto en las principales vacaciones. Los críticos afirman que será fácil eludir la prohibición de comercio.
En la ceremonia de firma de este martes, Duda elogió la ley por dar a los niños una oportunidad de estar con sus padres y por dar a trabajadores de tiendas el necesario tiempo de descanso. Él dijo que un comerciante en su tienda local le agradeció por apoyar la ley.
Duda dijo que estaba tratando de “restaurar la normalidad” y que la política debería estar en línea con leyes de otros países de la Unión Europea, incluyendo Alemania y Austria. “Donde hay empleados del comercio contratados, el domingo debe ser un día de descanso para darles tiempo con sus familias“, dijo.
Nota [por Michelson Borges]: Este será uno de los argumentos utilizados a favor de una ley dominical finalmente aprobada en los Estados Unidos, con el apoyo evidente de la Iglesia Católica, como lo prevé Apocalipsis 13 y detalla Elena de White en su libro El conflicto de los siglos. Sindicatos y otras entidades, además de iglesias y gobernantes, estarán unidos en una causa que, desde todos los puntos de vista, beneficiará a las familias y los ciudadanos. El que no esté de acuerdo con el día elegido para promover esta unión pro-familia será, finalmente, visto como enemigo de la paz. [MB]
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