sábado, 11 de abril de 2020

¿Qué significan los sonidos que se escuchan en el cielo?



Leamos una cita de la destrucción de Jerusalén en el año 70, quizá nos oriente un poco... Todas las predicciones de Cristo acerca de la destrucción de Jerusalén se cumplieron al pie de la letra; los judíos palparon la verdad de aquellas palabras de advertencia del Señor: “Con la medida que medís, se os medirá”. Mateo 7:2 (VM). Aparecieron muchas señales y maravillas como síntomas precursores del desastre y de la condenación. A la media noche una luz extraña brillaba sobre el templo y el altar. En las nubes, a la puesta del sol, se veían como carros y hombres de guerra que se reunían para la batalla. Los sacerdotes que ministraban de noche en el santuario eran aterrorizados por ruidos misteriosos; temblaba la tierra y se oían voces que gritaban: “¡Salgamos de aquí!” La gran puerta del oriente, que por su enorme peso era difícil de cerrar entre veinte hombres y que estaba asegurada con formidables barras de hierro afirmadas en el duro pavimento de piedras de gran tamaño, se abrió a la media noche de una manera misteriosa (Milman, History of the Jews, libro 13). Durante siete años un hombre recorrió continuamente las calles de Jerusalén anunciando las calamidades que iban a caer sobre la ciudad. De día y de noche entonaba la frenética endecha: “Voz del oriente, voz del occidente, voz de los cuatro vientos, voz contra Jerusalén y contra el templo, voz contra el esposo y la esposa, voz contra todo el pueblo” (ibíd., libro 13). Este extraño personaje fue encarcelado y azotado sin que exhalase una queja. A los insultos que le dirigían y a las burlas que le hacían, no contestaba sino con estas palabras: : “¡Ay de Jerusalén! ¡Ay, ay de sus moradores!” y sus tristes presagios no dejaron de oírse sino cuando encontró la muerte en el sitio que él había predicho. Elena de White, Conflicto de los Siglos, p28

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