San Francisco y Oakland están llegando a ser como Sodoma y Gomorra, y el Señor las visitará. De aquí a no mucho tiempo sufrirán bajo sus juicios.—Manuscrito 30, 1903.
El terrible terremoto que azotó a San Francisco será seguido por otras manifestaciones del poder de Dios. Su ley ha sido transgredida. Las ciudades se han contaminado con el pecado. Estudiad la historia de Nínive. Mediante Jonás, Dios le envió un mensaje a esa ciudad perversa [...]. Muchos mensajes semejantes se darían en nuestro tiempo, si las ciudades impías se arrepintiesen como lo hizo Nínive.—Manuscrito 61a, 3 de junio de 1906. Aun en las ciudades donde han caído los juicios de Dios como consecuencia de la transgresión, no hay señal de arrepentimiento. Los bares [de bebidas y bailes] todavía están abiertos y se mantienen muchas tentaciones ante la gente.—Carta 268, 20 de agosto de 1906.
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