Los que han tenido oportunidades
de oír y recibir la verdad, y que se han unido a la Iglesia Adventista del
Séptimo Día, llamándose el pueblo de Dios que guarda los mandamientos, y que
sin embargo no poseen más vitalidad ni consagración a Dios que las iglesias nominales,
recibirán las plagas de Dios tan ciertamente como las iglesias que se oponen a
la Ley divina.
La paja separada del trigo
En la iglesia ocurrirán
divisiones. Se formarán dos grupos. El trigo y la cizaña crecerán juntos hasta
el momento de la cosecha.
Estamos en el tiempo del
zarandeo, en el tiempo en que todo lo que pueda ser sacudido será sacudido. El
Señor no disculpará a los que conocen la verdad y no obedecen sus órdenes en
palabras y acciones.
La persecución purifica a la iglesia
No está lejos el tiempo cuando
toda alma será probada. Se nos presionará para aceptar la marca de la bestia. A
quienes hayan ido cediendo paso a paso a las exigencias del mundo y se hayan
acomodado a sus costumbres no les resultará difícil ceder ante las autoridades
imperantes antes que someterse a la burla, los insultos, las amenazas de
encarcelamiento y la muerte. La contienda es entre los mandamientos de Dios y
los de los hombres. En ese tiempo, el oro será separado de la escoria en la
iglesia.
Los cristianos superficiales renunciarán a la fe
La obra que la iglesia no ha
hecho en tiempo de paz y prosperidad tendrá que hacerla durante una terrible
crisis, en las circunstancias más desalentadoras y prohibitivas. Las amonestaciones
que la conformidad al mundo ha hecho callar o retener deberán darse bajo la más
fiera oposición de los enemigos de la fe. Y en ese tiempo, la clase superficial
y conservadora, cuya influencia impidió constantemente los progresos de la
obra, renunciará a la fe.
Cuando aumenten las pruebas a
nuestro alrededor, se verán en nuestras filas tanto separación como unidad. Algunos
que ahora están listos para tomar armas de guerra, en tiempos de verdadero
peligro, pondrán de manifiesto que no han edificado sobre la Roca sólida;
cederán a la tentación. Los que han tenido gran luz y preciosos privilegios
pero no los han aprovechado, bajo un pretexto u otro, se alejarán de nosotros.
El testimonio directo produce un zarandeo
Pregunté cuál era el significado
del zarandeo que yo había visto, y se me mostró que lo motivaría el directo
testimonio que exige el consejo del Testigo fiel a la iglesia de Laodicea [ver Apoc.
3:14-22]. Este consejo tendrá efecto en el corazón de quien lo reciba, y lo
inducirá a ensalzar la norma y expresar claramente la verdad. Algunos no
soportarán este testimonio directo, sino que se levantarán contra él. Esto es
lo que causará un zarandeo en el pueblo de Dios.
La crítica injusta causa pérdida de almas
Ha habido y continuará
habiendo familias enteras que una vez se regocijaron en la verdad pero que
perderán la fe a causa de las calumnias y las falsedades que les fueron
llevadas con respecto a aquellos a quienes han amado y de quienes recibieron
dulce consejo. Abrieron su corazón a la siembra de la cizaña; esta creció en
medio del trigo; se fortaleció; la mies de trigo decreció más y más, y la preciosa
verdad perdió su poder para ellos.
Las doctrinas falsas desvían a algunos
Cuando viene el zarandeo, por
la introducción de falsas teorías, estos lectores superficiales, que no están
anclados en ningún lugar, son como la arena movediza. Se deslizan hacia cualquier
posición para acomodar el contenido de sus sentimientos de amargura.
No habiendo recibido el amor
de la verdad, serán engañados por el enemigo; prestarán atención a espíritus
seductores y a doctrinas de demonios, y se apartarán de la fe.
El rechazo de los testimonios conduce a la apostasía
El último engaño de Satanás se
hará para que no tenga efecto el testimonio del Espíritu de Dios. “Sin profecía
el pueblo se desenfrena” (Prov. 29:18). Satanás trabajará hábilmente en
diferentes formas y mediante diferentes instrumentos para perturbar la
confianza del pueblo remanente de Dios en el testimonio verdadero.
Deserciones entre los dirigentes de la iglesia
Muchos mostrarán que no son uno
con Cristo, que no están muertos al mundo como para que puedan vivir con él; y
serán frecuentes las apostasías de hombres que han ocupado cargos de
responsabilidad.
Los ministros no santificados serán erradicados
El gran asunto que pronto
afrontaremos [la imposición de las leyes dominicales] eliminará a todos
aquellos a quienes Dios no ha señalado, y él tendrá un ministerio puro,
verdadero, santificado, preparado para la lluvia tardía.
Ministros y médicos pueden
abandonar la fe, como la Palabra lo dice y los mensajes que Dios ha dado a su
sierva declaran que lo harán.
Los fieles de Dios serán dados a conocer
El Señor tiene siervos fieles,
quienes se han de manifestar en la hora de zarandeo y prueba. Hay almas
preciosas, ocultas por el momento, que no se han postrado ante Baal. No han
tenido la luz que con deslumbrante resplandor ha brillado concentradamente
sobre nosotros. Pero puede ser que bajo un exterior algo áspero y no muy llamativo
se revele el brillo puro de un carácter cristiano genuino. Durante el día
miramos al cielo, pero no vemos las estrellas. Están allí, fijas en el firmamento,
pero el ojo no puede distinguirlas. Es de noche cuando podemos contemplar su
genuino resplandor.
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