Los "Domingos Ecológicos" de Roma, que restringen el tráfico para reducir la contaminación, pueden parecer a primera vista una iniciativa ambiental, pero persiguen un objetivo más profundo: acostumbrar a la ciudadanía a la idea de quedarse en casa y descansar los domingos. Si bien el descanso no es intrínsecamente problemático, la cuestión radica en cómo se aplica este concepto: no de forma voluntaria, sino a través de la ley civil. Al imponer el descanso dominical con el pretexto de la preocupación ambiental, estas leyes sientan las bases para restricciones más amplias a la libertad individual en nombre del bien común.
El 21 de marzo de 2025, Il Messaggero, un diario italiano en Roma, compartió lo siguiente sobre las medidas civiles destinadas a restringir los automóviles los domingos:
• “ Nueva parada de tráfico en Roma. El domingo 23 de marzo se celebra el quinto Domingo Ecológico , el último desde el inicio del calendario aprobado por el Consejo Capitolino para la temporada otoño-invierno 2024-2025. La medida restringe la circulación de todos los vehículos con motor de combustión interna en la ZTL 'Cinturón Verde'.” [1]
• De 7:30 a 12:30 y de 16:30 a 20:30, se interrumpirá el tráfico para algunos vehículos. Las categorías que podrían quedar exentas de las prohibiciones, incluyendo posibles cambios de horario según sea necesario, se comunicarán mediante una ordenanza específica disponible en el sitio web del Ayuntamiento de Roma, así como en el mapa de las zonas afectadas. [1]
• La lista completa de exenciones se encuentra en la ordenanza del alcalde publicada en el sitio web de la ciudad . Para esta temporada, el Consejo Capitolino ha decretado un total de cinco domingos sin circulación vehicular . Los primeros cuatro fueron el 10 de noviembre, el 1 de diciembre, el 26 de enero y el 16 de febrero. [1]
Se trata de una ordenanza sobre el descanso dominical implementada por los líderes políticos de Roma. El objetivo es claro: reducir el consumo y los viajes, y recuperar el descanso en ciertos domingos. Estas medidas, aparentemente menores, como las prohibiciones de tráfico y la limitación de la actividad comercial impuestas por las autoridades municipales, contribuyen gradualmente a normalizar la idea del domingo como un día especial de descanso.
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