El dinero público en Cervera ha dedicado en el siglo XXI más de un millón de euros a fomentar la brujería y la adivinación. Aquí no hay recortes. | ||||||||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||||||||
Un año más, la ciudad catalana de Cervera ha celebrado su famoso Aquelarre, que nació en 1978 como una fiesta de jóvenes de barrio, fue ganando popularidad como fiesta alocada, de alcohol y transgresión y desde 1998 es una gran cita de los comercios esotéricos, adivinos y empresarios de lo paranormal. En una nota de prensa, el Ayuntamiento, con mayoría simple de CiU, se muestra encantado con sus "150 expositores dedicados al tarot, la astrología y el esoterismo". Los vendedores de lo esotérico vienen atraidos por la multitud, en torno a las 30.000 o 40.000 personas al año. Pagan unos 200 euros por expositor, aunque también los hay de artesanías o alimentos, que son algo más baratos. El ayuntamiento también se beneficia de cuatro o cinco licencias para bares callejeros durante la fiesta, que dura tres días: cada una aporta entre 2.000 y 4.000 euros a las arcas municipales. Pero todo eso está lejos de los 100.000 euros con los que el erario público (incluyendo el autonómico) apoya la fiesta en plena época de crisis. En 2011 aportó 104.000 euros, y en los años anteriores rondaba entre los 120.000 y 130.000 euros. Así, el dinero público en Cataluña ha dedicado en el siglo XXI más de un millón de euros a fomentar la cultura esotérica. FUENTE http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=24574 |
El curso escolar comenzó en todo México el 20 de agosto pero 270 menores no saben cuándo podrán ir a clase porque los fanáticos ultracatólicos de la comunidad donde viven, Nueva Jerusalén, destruyeron y quemaron las escuelas laicas en julio y ahora han bloqueado incluso a golpes toda alternativa de educación fuera de la suya (que se limita a leer y escribir rezos y cánticos). El despliegue de 200 policías en los alrededores del pueblo solo ha logrado calmar temporalmente los ánimos pero, de momento, ni hay clases, ni hay detenidos por los actos vandálicos contra el colegio público. Sólo hay tensión, incertidumbre y miedo.
La pugna por la educación ha sido el último capítulo de años de enfrentamientos de distinta intensidad en esta comunidad ultrarreligiosa de 4.000 vecinos, donde un millar más moderado se ha rebelado contra la intransigencia del resto.
La pugna por la educación ha sido el último capítulo de años de enfrentamientos de distinta intensidad en esta comunidad ultrarreligiosa de 4.000 vecinos, donde un millar más moderado se ha rebelado contra la intransigencia del resto.