"Vi
otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un
cordero, pero hablaba como dragón." (Apoc. 13: 11).
Una nación, y sólo
una, responde a los datos y rasgos característicos de esta profecía; no hay duda
de que se trata aquí de los Estados Unidos de Norteamérica. (Nota: *CS, 493.)
Esta es una imagen sorprendente del surgimiento y el desarrollo de
nuestra nación. Y los cuernos semejantes a los de un cordero -símbolo de
inocencia y mansedumbre- representan con acierto el carácter de nuestro
gobierno, según está expresado en sus dos principios fundamentales: el
republicanismo y el protestantismo. (Nota: *SP4, 277.)
El Señor ha
favorecido a los Estados Unidos más que a cualquier otra nación... En ella
proveyó refugio para su pueblo a fin de que éste pudiera rendirle culto conforme
a los dictados de su conciencia. En esa nación el cristianismo ha prosperado
conservando su pureza. En ella se ha enseñado sin restricciones la doctrina del
don de la vida vivificada por el poder de un único Mediador entre Dios y el
hombre. Era propósito divino que en esta nación siempre hubiera libertad para que las gentes
pudieran adorarlo de acuerdo con los imperativos de su conciencia. Era su
intención que las instituciones civiles manifestaran con expansión y desarrollo
la libertad que
otorgan los atributos del evangelio.
Pero el enemigo de toda justicia ha
trazado sus proyectos con respecto a los planes que Dios tiene para esta nación.
Introducirá actividades que harán que los hombres se olviden de la existencia de
Dios. La mundanalidad y la avaricia, que es idolatría, prevalecerán debido a la
obra del archiengañador, hasta que la ley de Dios quede invalidada en todos sus
aspectos. (Nota: *M 17, 1906.)
Me fue mostrado que Satanás se nos está
adelantando. La ley de Dios ha de ser invalidada por los instrumentos de
Satanás. En nuestro país, que se jacta de la libertad, se acabará la
libertad
religiosa.
(Nota: *EE, 175.)
Cuando nuestra nación, en sus asambleas legislativas,
dicte leyes destinadas a subyugar la conciencia de los hombres en lo que toca a
sus privilegios religiosos, poniendo en vigor
la observancia del domingo y constituyéndose en un poder opresor dirigido contra
quienes observan el sábado como día de reposo, la que en realidad quedará
invalidada será la ley de Dios y a la apostasía nacional seguirá la ruina
nacional.192 (Nota: *BC7, 977