NO TENDREMOS DIOSES
AJENOS
"No
tendrás dioses ajenos delante de mí. "Exo. 20: 3.
Los Diez mandamientos: "Harás, no
harás", son diez
promesas que se nos otorgan si rendimos obediencia a la ley que gobierna el
universo.-BC 1, 1.105.
No hay precepto moral que se encuentre en alguna
parte de la Biblia, que no esté grabado con el dedo de Dios en su santa ley
sobre las dos tablas de piedra. Una copia de ella se le dio a Moisés en el monte
Sinaí. Los cuatro primeros mandamientos presentan al
hombre su deber de servir al Señor nuestro Dios con todo el corazón, y con toda
el alma, y con toda la mente, y con todas las fuerzas. Esto abarca a todo el
hombre. esto requiere un amor tan ferviente, tan intenso, que el hombre no pueda
atesorar en su mente nada, ni ningún afecto, que rivalice con el que siente por
Dios; y su obra llevará la firma del cielo. Todo es secundario frente a la
gloria de Dios. Nuestro Padre celestial debiera ser amado como el primero, la
alegría y la prosperidad, la luz y la suficiencia de nuestra vida, y nuestra
porción eterna. -Carta 15, 1896.
Que los hombres adoren y sirvan al
Señor nuestro Dios, y a él solamente. No elevemos el orgullo para servirlo como
a un dios. No hagamos del dinero un dios. Si no se mantiene la sensualidad bajo
el dominio de las facultades superiores de la mente, las bajas pasiones
dominarán el ser. Todo lo que sea objeto de pensamientos y admiración indebidos,
que absorba la mente, es un dios puesto por encima del Señor.- MS 126,
1901