Apenas un mes después de su canonización, el eco de la santidad de Juan
Pablo II resuena nítido y vivo en todos los lugares del mundo. También
en el alma de las personas que ni siquiera conocen "el concepto de
santidad". Ha sucedido en Líbano, en los días pasados, donde la reliquia
peregrina que contiene la sangre del Pontífice ha reunido un gran
número de jefes de comunidades religiosos cristianas y musulmanes de
Líbano.
Sunitas, chiítas, drusos, coptos, protestantes, ortodoxos, se han
reunido para rendir homenaje al "gigante de la fe", interviniendo
personalmente o a través de sus representantes en la iniciativa
realizada en Bkerke sobre el tema "Juan Pablo II y su mensaje para el
Líbano", promovida por los padres Lazaristas libaneses y de la Fundación
Adyan, asociación cercana al patriarcado maronita.
Tres días de armonía, diálogo y "solidaridad espiritual" en el
espíritu del Encuentro Interreligioso de Asís de 1986, y en el clima de
una patria que Juan Pablo II definió "más que un país, un mensaje de
tolerancia y de pluralismo para Oriente y Occidente".
De todo esto, ZENIT ha hablado con monseñor Slawomir Oder, postulador
de la causa de beatificación y canonización de Wojtyla, el cual recién
de vuelta del Líbano, con la alegría aún marcada en sus ojos, ha
compartido la "maravillosa" experiencia vivida en estos días.
http://www.zenit.org/es/articles/libano-distintas-religiones-reunidas-en-torno-a-la-reliquia-de-s-juan-pablo-ii