"Así que,
no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.
Basta a cada día su propio mal." (Mat. 6: 34).
El Señor me ha mostrado
repetidas veces que sería contrario a la Biblia el hacer cualquier provisión
para nuestras necesidades temporales durante el tiempo de angustia. Vi que si los santos
guardaran alimentos almacenados o en el campo en el tiempo de angustia, cuando hubiese en la
tierra guerra, hambre y pestilencia, manos violentas se los arrebatarían y
extraños segarían sus campos. Será entonces tiempo en que habremos de
confiar por completo en Dios, y él nos sostendrá. Vi que nuestro pan y nuestras
aguas nos estarán asegurados en aquel tiempo, y no sufriremos
escasez ni hambre. (Nota: *PE, 56.)
El Señor me ha mostrado que algunos
de sus hijos temerán cuando vean subir el precio de los alimentos, y comprarán
alimentos y los guardarán para el tiempo de angustia. Entonces, al surgir
la necesidad, los vi ir en procura de su alimento y contemplarlo: Había criado
gusanos, estaba lleno de insectos, y no servía. (Nota: *Boletín, 31-1-1849.)
En el tiempo de angustia, de nada les valdrán
a los santos los casas ni las tierras, porque entonces tendrán que huir delante
de turbas enfurecidas, y en aquel entonces no podrán deshacerse de sus bienes
para hacer progresar la causa de la verdad presente. . .
Vi que si
algunos se aferraban a sus propiedades y no preguntaban al Señor en qué
consistía su deber, él no se lo hará conocer y les permitirá conservar sus
propiedades, pero en el tiempo de angustia éstas se levantarán
delante de ellos como una montaña para aplastarlos, y ellos tratarán de
deshacerse de ellas, pero no podrán. . . Pero si ellos desean que se les enseñe,
él les hará saber, en tiempo de necesidad, cuándo y
cuánto deben vender. (Nota: *PE, 56, 57.)
En el último gran conflicto de
la controversia con Satanás, los que sean leales a Dios se verán privados de
todo apoyo terrenal. Porque se niegan a violar su ley en obediencia a las
potencias terrenales, se les prohibirá comprar o vender. Finalmente será
decretado que se les dé muerte pero al obediente se le hace la promesa:
"Habitará en las alturas: fortalezas de rocas serán su lugar de acogimiento; se
le dará su pan, y sus aguas serán ciertas"Habitará en las alturas: fortalezas de
rocas serán su lugar de acogimiento; se le dará su pan, y sus aguas serán
ciertas" (Isa. 33: 16). Los hijos de Dios vivirán por esta promesa.180 (Nota:
*DTG, 97