En el capítulo 17 del Apocalipsis se predice la destrucción de todas
las iglesias que se corrompen mediante la devoción idólatra al servicio
del papado, las cuales beben del vino de la ira de su fornicación. [Se
cita Rev_17:1-4.]
Así se representa al poder papal, que con todo
engaño de iniquidad por medio de una atracción superficial y un
despliegue fastuoso engaña a las naciones, prometiéndoles -como Satanás a
nuestros primeros padres- todo bien a los que reciban su marca y todo
daño a los que se oponen a sus falacias. El poder que tiene la más
profunda corrupción interior hará el mayor despliegue, y se vestirá con
las más esmeradas señales de poder. La Biblia dice claramente que esto
cubre una maldad corrompida y engañadora. “Y en su frente un nombre
escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE
LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA”.
https://leydominical.net/2020/10/12/los-simbolos-de-apocalipsis-17/