Más de una estrella que hemos admirado por su brillo se apagará entonces en las tinieblas.—La Historia de Profetas y Reyes, 140 (1914).
En las escenas finales de la historia de esta tierra, hombres a quienes él [Dios] ha honrado grandemente, imitarán al antiguo Israel [...]. Un abandono de los grandes principios que Cristo ha establecido en sus enseñanzas, la implementación de proyectos humanos, usando las Escrituras para justificar un curso de acción equivocado bajo la operación perversa de Lucifer, confirmarán a los hombres en el error, y la verdad que necesitan para protegerlos de prácticas erróneas se filtrará de su alma, así como el agua de un vaso agrietado.—Manuscript Releases 13:379, 381 (1904). Muchos mostrarán que no son uno con Cristo, que no están muertos al mundo como para que puedan vivir con él; y serán frecuentes las apostasías de hombres que han ocupado cargos de responsabilidad.—The Review and Herald, 11 de septiembre de 1888.