Una cosa es cierta: los adventistas del séptimo día que adoptan su posición bajo la bandera de Satanás, primero abandonarán su fe en las advertencias y reproches contenidos en los testimonios del Espíritu de Dios.—Mensajes Selectos 3:93 (1903).
El último engaño de Satanás se hará para que no tenga efecto el testimonio del Espíritu de Dios. “Sin profecía el pueblo será disipado”. Proverbios 29:18 (V. Valera). Satanás trabajará hábilmente en diferentes formas y mediante diferentes instrumentos para perturbar la confianza del pueblo remanente de Dios en el testimonio verdadero.—Mensajes Selectos 1:54-55 (1890). El enemigo ha hecho esfuerzos magistrales para perturbar la fe de nuestro pueblo en los Testimonios [...]. Esto es precisamente lo que Satanás se propuso que ocurriera, y los que han estado preparando el camino para que la gente no prestara atención a las advertencias y los reproches de los Testimonios del Espíritu de Dios, verán que una ola de errores de toda clase aparecerán.—Mensajes Selectos 3:92 (1890). Es el plan de Satanás debilitar la fe del pueblo de Dios en los Testimonios. Luego sigue el escepticismo respecto a los puntos vitales de nuestra fe, los pilares de nuestra posición, después la duda hacia las Sagradas Escrituras, y luego la marcha descendente hacia la perdición. Cuando se duda y renuncia a los Testimonios, en los cuales una vez se creyó, Satanás sabe que los engañados no se detendrán allí; redobla sus esfuerzos hasta que los lanza en abierta rebelión, la que se torna incurable y termina en destrucción.—Testimonies for the Church 4:211.
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