lunes, 5 de febrero de 2024

La formación del carácter


La fuerza de carácter consiste en dos cosas: la energía de la voluntad y del dominio propio. Muchos jóvenes consideran equivocadamente como fuerza de carácter la pasión arrolladora; pero la verdad es que el que se deja dominar por sus pasiones, es un hombre débil. La verdadera grandeza del hombre y su nobleza se miden por el poder de los sentimientos que subyuga, no por el de los sentimientos que lo vencen a él. El hombre más fuerte es aquel que, aunque sensible al ultraje, refrena sin embargo la pasión y perdona a sus enemigos. Los tales hombres son verdaderos héroes. Muchos tienen ideas tan restringidas de lo que pueden llegar a ser que siempre permanecerán trafiados y estrechos, cuando si aprovechasen las facultades que Dios las ha dado, podrían desarrollar un carácter noble y ejercer una influencia que ganaría almas para Cristo. El conocimiento es poder; pero la capacidad intelectual, sin la bondad del corazón, es un poder para el mal. Dios nos ha dado nuestras facultades intelectuales y morales; pero en extenso grado cada persona es arquitecto de su propio carácter. Cada día va subiendo la estructura. La Palabra de Dios nos advierte que prestemos atención a cómo edificamos, para que nuestro edificio se funde en la Roca eterna. Llegará el tiempo en que nuestra obra quedará revelada tal cual es. Ahora es el momento para que todos cultiven las facultades que Dios les ha dado, a fin de que puedan desarrollar un carácter que tenga utilidad aquí y sea apto para la vida superior. Cada acto de la existencia, por muy insignificante que sea, tiene su influencia en la formación del carácter. Un buen carácter es más precioso que las posesiones mundanales; y la obra de su formación es la más noble a la cual puedan dedicarse los hombres. Los caracteres formados por las circunstancias son variables y discordantes, una masa de sentimientos encontrados. Sus poseedores no tienen un blanco elevado o fin en la vida. No ejercen influencia ennoblecedora sobre el carácter de los demás. Viven sin propósito ni poder. La corta vida que se nos concede debe ser aprovechada sabiamente. Dios quiere que su iglesia sea viva, consagrada, y que trabaje. Nuestro pueblo, en conjunto, dista mucho de esto ahora. Dios pide almas fuertes, valientes, cristianas, activas y vivas, que sigan al verdadero Modelo, y que ejerzan una influencia definida por Dios y lo recto. El Señor nos ha confiado, como cometido sagrado, verdades importantísimas y solemnes, y debemos demostrar su influencia en nuestra vida y carácter.

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En los juegos olímpicos a los cuales el apóstol Pablo llama nuestra atención, a los que participaban en las carreras se les exigía que hiciesen preparativos muy esmerados. Durante meses eran adiestrados por diferentes maestros en ejercicios físicos que estaban destinados a dar fuerza y vigor al cuerpo. Debían limitarse a tomar los alimentos que mantuvieran el cuerpo en la condición más sana, y su ropa debía ser tal que dejase todo órgano y músculo libre de impedimento.

Si los que habían de participar en la carrera por honores temporales estaban obligados a someterse a una disciplina tan severa para tener éxito, cuánto más necesario es que aquellos que se han de dedicar a la obra del Señor sean cabalmente disciplinados y preparados, si quieren triunfar. Su preparación debe ser tanto más esmerada, su fervor y esfuerzos abnegados tanto mayores que los de aquellos que aspiraban a honores mundanales, como son superiores las cosas celestiales a las de la tierra. La mente, como los músculos, debe ser adiestrada para realizar los esfuerzos más diligentes y perseverantes. El camino que conduce al éxito no es una carretera suave por la cual se viaja en coches palaciegos; sino que es una senda escabrosa, llena de obstáculos que han de ser superados por esfuerzo paciente.

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¡Cuán poco sabemos de la influencia que ejercen nuestros actos sobre la historia futura, nuestra y ajena! Muchos piensan que lo que hacen es de poca importancia, que no ocasionarán daño si se les ocurre asistir a este concierto, o unirse con el mundo en tal diversión. Así Satanás los dirige y controla sus deseos, y no consideran que los resultados pueden ser trascendentales. Pueden ser el eslabón de la cadena de sucesos que ligará a un alma a una trampa de Satanás y determinará su ruina eterna.

Cada acto, por pequeño que sea, tiene su lugar en el gran drama de la vida. Consideremos que el deseo de satisfacer una sola vez al apetito introdujo el pecado en nuestro mundo, con sus terribles consecuencias. Los matrimonios profanos de los hijos de Dios con las hijas de los hombres resultaron en una apostasía que llevó a la destrucción del mundo por el diluvio. El acto más trivial de indulgencia propia ha resultado en grandes revoluciones. Tal es el caso ahora. Son muy pocos los que son circunspectos. Como los hijos de Israel, no quieren prestar atención a las palabras de consejo, sino seguir su propia inclinación. Se unen con el elemento mundanal para asistir a reuniones donde se los notará, y así abren el camino y otros los siguen. Lo que se ha hecho una vez lo repetirán tanto ellos mismos como muchos otros. Cada paso que dan éstos, hace una impresión duradera, no sólo sobre su propia conciencia y hábitos, sino sobre los ajenos. Esta consideración presta una dignidad pavorosa a la vida humana. Seremos individualmente, para este tiempo y para la eternidad, lo que nos hagan nuestros hábitos. La vida de los que adquieren los debidos hábitos y son fieles en el cumplimiento de todo deber, será como luz resplandeciente que derrame sus rayos brillantes sobre las sendas ajenas; pero si nos permitimos tener hábitos de infidelidad, si consentimos que se fortalezcan los hábitos de molicie, indolencia y negligencia, una nube más sombría que la medianoche se asentará sobre las perspectivas de esta vida, y privará para siempre al individuo de la vida futura.

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Toda la Biblia es una revelación de la gloria de Dios en Cristo. Recibida, creída y obedecida, es el gran instrumento en la transformación del carácter. Es el único medio seguro de cultura intelectual.

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La religión de Cristo no degrada nunca al que la recibe; nunca lo hace burdo ni tosco, descortés ni engreído, apasionado ni duro de corazón. Por el contrario, refina el gusto, santifica el juicio, purifica y ennoblece los pensamientos, poniéndolos en sujeción a Cristo. El ideal de Dios para sus hijos es más elevado de lo que puede alcanzar el más sublime pensamiento humano. El ha dado en su santa ley un trasunto de su carácter.

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El ideal del carácter cristiano es asemejarse a Cristo. Con esto se abre ante nosotros una senda de progreso constante. Tenemos un objeto que conquistar, una norma que alcanzar, que incluye todo lo bueno, lo puro, lo noble y lo elevado. Debe haber una lucha continua y un progreso constante hacia adelante y hacia arriba, hacia la perfección del carácter.

La Biblia En Un Año | Día 36


  * Éxodo 29-30 00:00 * Salmo 36 12:40 * Mateo 23: 1-22 14:09 El objetivo de este Audio Libro GRATUITO, es que con solo invertir de 15 a 20 minutos diarios en escuchar y meditar las lecturas, puedas estudiar de inicio a fin la Biblia completa, es decir; los 73 libros del canon bíblico de Iglesia Católica. Las lecturas se hacen directamente de la Sagrada Biblia traducida por la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra. Playlist:    • La Biblia En Un Año  

28. Preguntas y respuestas #2 || Simposio: Teología de la Última Generación


 Esta presentación fue parte de nuestro simposio: Teología de la Última Generación que se transmitió en vivo por nuestro canal SUMtv Latino el 2 al 5 de mayo de 2022. Aquí compartimos estas presentaciones para el beneficio de todos. Los presentadores de este simposio fueron:

YA COMENZÓ...


 Davos 2024, foro económico mundial, misterio y conspiración

La Crisis Final Del Mundo | Eventos Del Fin Del Mundo | Parte 1


 En la crisis final del mundo nos esperan una serie de sucesos que no pasaran desapercibidos, es una serie de eventos y sucesos que sucederán como señales del retorno de Jesús a la tierra, estos sucesos son la brújula que cada Cristiano necesita para darle dirección a la pronta venida de Jesús.

10 El Anticristo Ataca el Trono de Dios - Carlos Muñoz


 

¿CÓMO ACTÚA EL ESPÍRITU SANTO EN LA ORACIÓN?, PASTOR ANDRÉS PORTES, A&R CANAL


 Descripción del vídeo: Descubre cómo el Espíritu Santo influye en nuestra vida de oración en esta reveladora charla del Pastor Andrés Portes. En este video, exploraremos cómo el Espíritu Santo obra en la oración, brindando guía, consuelo y fortaleza. Únete a A&R Canal para una profunda reflexión sobre la presencia divina en nuestra comunicación con Dios.

TERRIBLE ESTÁN QUEMANDO CHILE TODO ARRASADO INCENDIOS INTENCIONALES ESTAMOS BAJO FUEGO


 

A Fin de Conocerle - Febrero | Día 5 - Ejércitos de Niños Misioneros


 Escrito por Elena G. de White en la voz de Pablo A. Valencia Trujillo Febrero Día 5 - Ejércitos de Niños Misioneros

5 de Febrero - Dios desciende para ver - Conflicto y valor - Elena G de White


 Apreciados hermanos y amigos, Si tienes pedidos de oración, preguntas Bíblicas que te inquietan, pueden comunicarse con nosotros a través del whatsapp +57 3148442382 +57 3234175669

JEREMÍAS CAPÍTULO 8 - Reavivados por su Palabra


 

✳️ MARANATA EL SEÑOR VIENE - 5 DE FEBRERO / UN GUÍA INFALIBLE (ELENA G. WHITE)


 VISITA NUESTRA WEB 👉 http://laverdadilustrada.com , también para acceder a nuestras redes sociales y canales de difusión MIRA El Conflicto de los Siglos 👉 https://youtu.be/XIOFElOM-6U MIRA SUPERMÁN vs DIOS 👉 https://youtu.be/X_N8aOFxOTI ¿QUÉ PASA CON EL SÁBADO? DESCÚBRELO AQUÍ 👉 https://youtu.be/K-3BAZ4Gtww Si deseas hacer una donación al ministerio de "La Verdad Ilustrada", puedes hacerlo en: PayPal o tarjeta 👉 https://laverdadilustrada.com/paypal España IBAN 👉 ES10 2100 0659 5101 01002185 (La Caixa)

36 🎙 PROFETAS Y REYES - El último rey de Judá


 En este podcast presentamos un resumen de cada uno de los capítulos del libro PROFETAS Y REYES. En él, su autora, Ellen G. White, nos cuenta la historia del pueblo de Israel, desde el reinado de Salomón hasta el regreso de la cautividad babilónica. Las proezas y los desaciertos de los reyes de Judá e Israel. Concluye presentando la obra restauradora de Esdras y Nehemías. ✍️ Escrito por Ellen G. White 🎙 Resumido y narrado por Óscar López 🎬 Producido por HopeMedia España

domingo, 4 de febrero de 2024

El anillo de compromiso


Algunos se han preocupado con respeto al uso del anillo de compromiso y les parece que las esposas de nuestros ministros debieran amoldarse a esa costumbre. Todo eso es innecesario. Tengan las esposas de los ministros el eslabón de oro que vincula su alma con Jesucristo: un carácter puro y santo, el verdadero amor, la mansedumbre y la piedad que son los frutos producidos por el árbol cristiano, y su influencia estará segura en cualquier parte. El hecho de que provoca observaciones el no cumplir con la costumbre no es suficiente motivo para adoptarla. Los americanos [del norte] pueden hacer comprender su situación declarando sencillamente que en su país la costumbre no se considera obligatoria. No necesitamos llevar el símbolo, porque no somos infieles a nuestros votos matrimoniales, y el hecho de llevar un anillo no probaría nuestra fidelidad al respecto. Me preocupa profundamente este proceso semejante al de la levadura que parece sentirse entre nosotros y que tiende a conformarnos con las costumbres y modas. No debiera gastarse un centavo en un anillo de oro para testificar que somos casados. En los países donde la costumbre impera, no nos sentimos obligados a condenar a aquellos que usan su anillo de compromiso; llévenlo si pueden hacerlo a conciencia; pero ninguno de nuestros misioneros debe sentir que llevar un anillo acrecentará su influencia en una jota o un tilde. Si son cristianos, ello se manifestará en su carácter semejante al de Cristo, en sus palabras, en sus obras, en el hogar, en su trato con los demás; se revelará por su paciencia, longanimidad y bondad. Manifestarán el espíritu del Maestro, poseerán su belleza de carácter, su hermosa disposición y su corazón lleno de simpatía.

Dilo al Mundo | El levantamiento de Miguel en la historia de Josué


 Descubre cómo la maravillosa historia del pueblo hebreo en su transitar hacia la Canaán terrenal es un anticipo de lo que sucederá con el pueblo de Dios en su transitar hacia la Canaán celestial.

Escuela Sabática Viva 📖 Lección 06 | Me levantaré [1° trimestre 2024]


 Lección 06 para el sábado 10 de febrero de 2024 ESV es un programa semanal que investiga diferentes temas de la Biblia; se propone fomentar el estudio diario de la Palabra y un acercamiento personal a Jesús. En el estudio de este trimestre analizaremos “El libro de Salmos”. El propósito es que en los Salmos encontremos fortaleza para nuestra experiencia de vida y que lleguemos a encontrarnos diariamente con Dios, de corazón a corazón, hasta el día en que veamos a Jesucristo cara a cara. 💡 Esta semana, estudiaremos la figura de nuestro Dios, como Guerrero poderoso, que lucha por sus hijos. También consideraremos esta idea en el contexto de la opresión social, común en los tiempos bíblicos, al igual que en los nuestros. ¡Disfruta de la lección! Compártela con tus amistades y comenta. Te invitamos a tener una experiencia más allá del sábado convirtiendo tu Unidad de Acción en una Iglesia Hogar en donde la Biblia, la oración intercesora, la fraternidad y la testificación sean vuestro estilo de vida. Así experimentaremos un poder renovador en la iglesia y en el cumplimiento de la misión.

197. ¿Bañarse en sábado? / ¿Movimiento de la reforma? / ¿Reuniones en el cielo? || Me Gustaría Saber


 Acompañe a los pastores Esteban Bohr, David Salazar, y Daniel Miranda en este episodio de preguntas y respuestas donde sus dudas son aclaradas desde el punto de vista bíblico. Las preguntas a tratar fueron:

A Fin de Conocerle - Febrero | Día 4 - Un Mensaje para los Muchachos y las Niñas


 Escrito por Elena G. de White en la voz de Pablo A. Valencia Trujillo Febrero Día 4 - Un Mensaje para los Muchachos y las Niñas

4 de febrero - Como en los días de Noé - Conflicto y valor - Elena G de White


 Apreciados hermanos y amigos, Si tienes pedidos de oración, preguntas Bíblicas que te inquietan, pueden comunicarse con nosotros a través del whatsapp +57 3148442382 +57 3234175669

✳️ MARANATA EL SEÑOR VIENE - 4 DE FEBRERO / ¿SOPORTARÉIS LA PRUEBA? (ELENA G. WHITE)


 

Pr. Bullón - Lección 6 - Me Levantaré


 El propósito de este estudio es mostrar que los Salmos son también protestas de Dios contra la violencia y la opresión. Dios interviene, pero, el momento para la intervención de Dios no siempre coincide con las expectativas humanas. Solo nos resta confiar en Él y en sus promesas.

La Biblia En Un Año | Día 35


 Lecturas del Día 35: * Éxodo 27-28 00:00 * Salmo 35 10:02 * Mateo 22: 23-46 13:20 El objetivo de este Audio Libro GRATUITO, es que con solo invertir de 15 a 20 minutos diarios en escuchar y meditar las lecturas, puedas estudiar de inicio a fin la Biblia completa, es decir; los 73 libros del canon bíblico de Iglesia Católica. Las lecturas se hacen directamente de la Sagrada Biblia traducida por la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra. Playlist:    • La Biblia En Un Año  

35 🎙 PROFETAS Y REYES - La condenación inminente


 En este podcast presentamos un resumen de cada uno de los capítulos del libro PROFETAS Y REYES. En él, su autora, Ellen G. White, nos cuenta la historia del pueblo de Israel, desde el reinado de Salomón hasta el regreso de la cautividad babilónica. Las proezas y los desaciertos de los reyes de Judá e Israel. Concluye presentando la obra restauradora de Esdras y Nehemías.

sábado, 3 de febrero de 2024

La sencillez en el vestir


En su sermón del monte, Cristo exhorta a sus seguidores a no permitir que su espíritu se abstraiga en las cosas terrenales. Dice claramente: “No podéis servir a Dios y a Mammón. Por tanto os digo: No os congojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es la vida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido?” “Y por el vestido ¿por qué os congojáis? Reparad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria fué vestido así como uno de ellos.” Mateo 6:24, 25, 28, 29. Estas palabras rebosan de significado. Eran aplicables en los días de Cristo, y lo son en nuestra época. En ellas, Jesús pone en contraste la sencillez natural de las flores del campo, con el adorno artificial del vestido. Declara que la gloria de Salomón no podía compararse con una sola flor en su hermosura natural. Esta es una lección para todos los que desean conocer y hacer la voluntad de Dios. Jesús nota el cuidado y la devoción que muchos dedican al vestido, y nos aconseja y hasta nos ordena que no pensemos demasiado en él. Es importante que prestemos atención cuidadosa a sus palabras. Salomón estaba tan embargado por pensamientos de ostentación, que no elevó su espíritu por una constante communión con el Dios de la sabiduría. Pasó por alto la perfección y la belleza del carácter en su propósito de obtener la belleza exterior. Vendió su honor y la integridad de su carácter al procurar glorificarse a sí mismo ante el mundo, y finalmente se transformó en un déspota que sostenía sus lujos extravagantes imponiendo al pueblo tributos excesivos. Primero se corrompió en su corazón, luego apostató de Dios, y finalmente adoró a los ídolos. Al ver a nuestras hermanas apartarse de la sencillez en el vestir y cultivar el amor por las modas del mundo, nos afligimos. Al ir en esa dirección, se están separando de Dios y descuidan el adorno interior. No deben sentirse libres para dedicar el tiempo que Dios les ha dado al adorno innecesario de sus vestidos. ¡Cuánto mejor sería que lo empleasen escudriñando las Escrituras, y obteniendo así un conocimiento cabal de las profecías y las lecciones prácticas de Cristo! ... Le agradaría a Dios ver a nuestras hermanas vestidas con ropas aseadas y sencillas, dedicándose fervientemente a la obra del Señor. No carecen de capacidad, y si diesen el uso debido a los talentos que ya poseen, su eficiencia aumentaría grandemente. Si el tiempo que ahora dedican al trabajo inútil lo consagrasen a escudriñar la Palabra de Dios y explicarla a otros, su propia mente se enriquecería con gemas de la verdad y se fortalecería a la vez que se ennoblecería, gracias al esfuerzo hecho para comprender las razones de nuestra fe. Si nuestras hermanas fuesen cristianas de acuerdo con la Biblia y concienzudas, si procuraran aprovechar toda oportunidad para iluminar a otras, veríamos que, por sus esfuerzos abnegados, decenas de almas abrazarían la verdad. Hermanas, en el día en que se haga el ajuste de cuentas, ¿sentiréis placer al repasar vuestra vida, o lamentaréis haber buscado la belleza exterior, mientras que descuidabais casi completamente la hermosura interior, la del alma? ¿No tienen nuestras hermanas suficiente celo y valor moral para colocarse sin excusa de parte de la Biblia? El apóstol dió indicaciones muy explícitas acerca de este punto: “Asimismo ... ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, u oro, o perlas, o vestidos costosos, sino de buenas obras, como conviene a mujeres que profesan piedad.” 1 Timoteo 2:9, 10. Aquí el Señor, por su apóstol, habla expresamente en contra de que se lleve oro. Cuídense las personas de experiencia de no extraviar a otras por su ejemplo al respecto. Ese anillo que rodea su dedo puede ser muy sencillo, pero es inútil, y el llevarlo ejerce mala influencia sobre los demás. Especialmente las esposas de nuestros ministros deben tener cuidado de no apartarse de las claras enseñanzas de la Biblia con respecto al vestir. Muchas consideran que esas órdenes son demasiado anticuadas para que se les preste atención; pero el que las dió a sus discípulos, comprendía los peligros que entrañaría en nuestro tiempo el amor al vestido, y nos envió la consiguiente amonestación. ¿Le prestaremos atención y seremos sabios? La extravagancia en el vestir aumenta continuamente. Y no se ha llegado aún al fin. La moda cambia a cada momento, y nuestras hermanas la siguen, sin reparar en el gasto de tiempo y dinero. Se gastan en vestidos muchos recursos que debieran ser devueltos a Dios, el Dador de ellos. Los observadores del sábado que han cedido a la influencia del mundo, han de ser probados. Están por sobrecogernos los peligros de los postreros días, y espera al profeso pueblo de Dios una prueba que muchos no han anticipado. Será probada la sinceridad de su fe. Muchos se han unido con los mundanos en el orgullo, la vanidad, y la búsqueda de placeres, lisonjeándose de que podían hacer esto y seguir siendo cristianos. Pero son estas complacencias las que los separan de Dios, y los hacen hijos del mundo. Cristo no nos dió un ejemplo tal. Únicamente los que se niegan a sí mismos, y viven una vida de sobriedad, humildad y santidad, siguen verdaderamente a Jesús; y los tales no pueden disfrutar de la compañía de quienes aman al mundo. Muchos se visten como el mundo, a fin de ejercer influencia sobre los incrédulos; pero en esto cometen un triste error. Si quieren ejercer una influencia verdadera y salvadora, vivan de acuerdo con su profesión de fe, manifiéstenla por sus obras justas, y hagan clara la distinción que hay entre el cristiano y el mundo. Sus palabras, su indumentaria y sus acciones deben hablar en favor de Dios. Entonces ejercerán una influencia santa sobre todos los que los rodeen, y aun los incrédulos conocerán que han estado con Jesús. Si alguno quiere que su influencia se ejerza en favor de la verdad, viva de acuerdo con lo que profesa e imite así al humilde Modelo. El orgullo, la ignorancia y la insensatez son compañeros constantes. Al Señor le desagrada el orgullo manifestado entre su pueblo profeso. Le deshonra su conformidad con las modas malsanas, inmodestas y costosas de esta época degenerada. La moda rige al mundo; y es un ama tiránica, que con frecuencia obliga a sus adeptos a someterse a los mayores inconvenientes e incomodidades. La moda impone tributos sin razón y cobra sin misericordia. Tiene un poder fascinador, y está siempre lista para criticar y para ridiculizar a los pobres si no siguen en su estela a cualquier costo, aun con el sacrificio de la vida misma. Satanás se regocija de que sus designios tengan tanto éxito, y la muerte se ríe del celo ciego y de la insensatez destructora de la salud de aquellos que adoran ante el altar de la moda. ... Es una vergüenza que nuestras hermanas se olviden de tal manera de su carácter santo y su deber para con Dios, que imiten las modas del mundo. No tenemos excusa excepto la perversidad de nuestro propio corazón. No extendemos nuestra influencia con una conducta tal. Es tan inconsecuente para con nuestra profesión de fe, que nos ridiculiza ante los ojos de los mundanos. Más de un alma que estaba convencida de la verdad se ha visto inducida a decidirse contra ella por el orgullo y el amor al mundo que manifestaron nuestras hermanas. La doctrina que se predicaba parecía clara y armoniosa, y las oyentes sentían que debían tomar una pesada cruz al aceptar la verdad. Cuando estas personas vieron a nuestras hermanas haciendo tanta ostentación en el vestir, dijeron: “Estas personas se visten tan vistosamente como nosotras. No pueden creer realmente lo que profesan; y al fin y al cabo deben estar equivocadas. Si realmente pensaran que Cristo va a venir pronto, y el caso de cada alma debe decidirse para la vida o la muerte eterna, no dedicarían su tiempo y su dinero a vestirse de acuerdo con las modas existentes.” ¡Cuán poco sabían del sermón que estaban predicando sus vestidos, estas hermanas que profesaban tener fe! Nuestras palabras, nuestras acciones y nuestra indumentaria predican diariamente y en forma vívida, y juntan para Cristo o dispersan. Esto no es un asunto trivial, que se ha de dejar a un lado con una broma. El tema de la indumentaria exige seria reflexión y mucha oración. Muchos incrédulos han sentido que no han estado haciendo bien al permitir que los esclavizara la moda; pero cuando ven vestirse como los mundanos y gozar de una sociedad frívola a algunas personas que hacen alta profesión de piedad, deciden que una conducta tal no debe ser mala. “Somos—dice el inspirado apóstol,—hechos espectáculo al mundo, y a los ángeles, y a los hombres.” 1 Corintios 4:9. Todo el cielo está tomando nota de la influencia diaria que ejercen sobre el mundo los profesos seguidores de Cristo. Hermanas mías, vuestro vestido habla en favor de Cristo y la verdad sagrada, o en favor del mundo. ¿Qué dice? Recordad que todos tendremos que dar cuenta a Dios por la influencia que ejercemos. De ninguna manera quisiéramos estimular la negligencia en el vestir. Que el atavío sea apropiado y decoroso. Aunque se lo confeccione con una tela de algodón de pocos pesos el metro, debe mantenérselo aseado y limpio. Si no hay frunces, la persona que lo ha de llevar no sólo puede ahorrarse algo haciendo el vestido ella misma, sino que puede economizar pequeñas sumas al lavarlo y plancharlo por sí misma. Las familias se imponen pesadas cargas al vestir a sus hijos de acuerdo con la moda. ¡Qué despilfarro de tiempo! Los pequeñuelos tendrían muy buen aspecto con un vestido sin frunces ni adornos, pero que esté ordenado y limpio. Es tan fácil lavar y planchar un vestido tal, que este trabajo no se siente como una carga. ¿Por qué, al servir a las modas de esta época, se atreven nuestras hermanas a privar a Dios del servicio que le deben, y a su tesorería del dinero que deberían dar para su causa? Dedican los primeros y mejores pensamientos al vestido; despilfarran el tiempo y malgastan el dinero. Descuidan la cultura de la mente y del corazón. Consideran el carácter como de menor importancia que el vestido. El adorno de un espíritu manso y apacible es de valor infinito; y es una insensatez de las más perversas malgastar en actividades frívolas nuestras oportunidades de conseguir el precioso adorno del alma. Hermanas, podéis hacer una obra noble para Dios si queréis. La mujer no conoce su poder. Dios no quiso que sus capacidades fuesen todas absorbidas en preguntarse: “¿Qué comeré? ¿Qué beberé? ¿Con qué me vestiré?” Hay un propósito más elevado para la mujer, un destino más grandioso. Debe desarrollar y cultivar sus facultades; porque Dios puede emplearlas en su gran obra de salvar a las almas de la ruina eterna. ... Pero el mayor de los males es la influencia que se ejerce sobre los niños y los jóvenes. Casi tan pronto como vienen al mundo, están sujetos a las exigencias de la moda. Los niñitos oyen hablar más del vestido que de su salvación. Ven a sus madres consultando con más fervor los figurines de modas que la Biblia. Hacen más visitas a la tienda y a la modista que a la iglesia. La ostentación exterior recibe mayor consideración que el adorno del carácter. Si se ensucian los lindos vestidos, ello arranca vivas reprimendas y los ánimos se vuelven irritables bajo la continua restricción. Un carácter deformado no molesta tanto a la madre como un vestido sucio. El niño oye hablar más de los vestidos que de la virtud; porque la madre está más familiarizada con la moda que con su Salvador. Con frecuencia, su ejemplo rodea a los jóvenes con una atmósfera venenosa. El vicio, disfrazado con el atavío de la moda, se introduce entre los niños. La sencillez en el vestir hará que una mujer sensata tenga la apariencia más ventajosa para ella. Juzgamos el carácter de una persona por el estilo del vestido que lleva. El atavío vistoso indica vanidad y debilidad. Una mujer modesta y piadosa se vestirá modestamente. Un gusto refinado y una mente culta se revelarán en la elección de atavíos sencillos y apropiados. Hay un adorno que no perecerá nunca, que promoverá la felicidad de todos los que nos rodean en esta vida y resplandecerá con lustre inmarcesible en el futuro inmortal. Es el adorno de un espíritu manso y humilde. Dios nos ha ordenado llevar sobre el alma el atavío más rico. Cada mirada que echan al espejo debiera recordar a las adoradoras de la moda el alma que descuidan. Cada hora malgastada en el atavío les merece una reprensión por dejar inculto el intelecto. Podría haber entonces una reforma que elevaría y ennoblecería todos los fines y propósitos de la vida. En vez de procurar adornos de oro para la vista, se haría un esfuerzo ferviente para obtener la sabiduría que es de más valor que el oro fino; sí, que es más preciosa que los rubíes. Quienes adoran ante el altar de la moda tienen poca fuerza de carácter, y poca energía física. No tienen un propósito grande para la vida y su existencia no logra ningún fin de valor. Encontramos por doquiera mujeres cuya mente y corazón están absortos en su amor por el vestido y la ostentación. Sus almas están atrofiadas y empequeñecidas y sus pensamientos se concentran en su pobre y despreciable persona. En cierta oportunidad en que pasaba una joven vestida a la moda delante de varios caballeros en la calle, uno de ellos preguntó algo acerca de ella. La respuesta fué: “Sirve de lindo adorno en la casa de sus padres, pero en otro sentido no tiene utilidad.” Es deplorable que los que profesan ser discípulos de Cristo consideren cosa buena imitar la indumentaria y los modales de estos adornos inútiles. Pedro da a las mujeres cristianas valiosas instrucciones acerca del vestir: “El adorno de las cuales no sea exterior con encrespamiento del cabello, y atavío de oro, ni en compostura de ropas; sino el hombre del corazón que está encubierto, en incorruptible ornato de espíritu agradable y pacífico, lo cual es de grande estima delante de Dios. Porque así también se ataviaban en el tiempo antiguo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios.” 1 Pedro 3:3, 4, 5. Todo lo que recomendamos es que se cumplan las órdenes de la Palabra de Dios. ¿Leemos y seguimos las enseñanzas de la Biblia? ¿Obedeceremos a Dios o nos conformaremos con las costumbres del mundo? ¿Serviremos a Dios o a Mammón? ¿Podemos esperar tener la paz del espíritu y la aprobación de Dios mientras andamos en forma directamente contraria a las enseñanzas de su Palabra? El apóstol Pablo exhorta a los cristianos a no conformarse con el mundo, sino a transformarse por la renovación de su entendimiento para que experimenten “cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:2. Pero muchos de los que profesan ser hijos de Dios no manifiestan escrúpulos al conformarse a las costumbres del mundo en lo que se refiere a llevar oro, perlas y atavíos costosos. Los que son demasiado concienzudos para llevar estas cosas son considerados como de mente estrecha, supersticiosos y hasta fanáticos. Pero es Dios quien condesciende a darnos estas instrucciones; son las declaraciones de la Sabiduría infinita; y quienes las desprecian lo hacen a su propio riesgo y pérdida. Los que se aferran a los adornos prohibidos en la Palabra de Dios, conservan orgullo y vanidad en su corazón. Desean atraer la atención. Su vestido dice: “Miradme; admiradme.” Así, la complacencia aumenta constantemente la vanidad inherente a la naturaleza humana. Cuando la mente piensa sólo en agradar a Dios, desaparecen todos los embellecimientos inútiles de la persona. El apóstol pone el adorno exterior en contraste directo con un espíritu manso y humilde, y luego atestigua el valor comparativo de este último, “ Lo cual es de grande estima delante de Dios.” Hay una contradicción decidida entre el amor al atavío externo y la gracia de la mansedumbre, el espíritu apacible. Únicamente si buscamos en todas las cosas amoldarnos a la voluntad de Dios reinará en el alma la paz y el gozo. El amor al vestido hace peligrar la moralidad, y hace de la mujer lo contrario de una dama cristiana, caracterizada por la modestia y la sobriedad. ... Cristo queda avergonzado por los que profesan seguirle. ¿En qué se le parecen? ¿En qué se conforma nuestra indumentaria con los requerimientos bíblicos? No quiero que los pecados de la gente pesen sobre mí, y daré a la trompeta un sonido certero. Durante años he dado un testimonio claro y decidido sobre este asunto por la página impresa y desde la tribuna. No he rehuído declarar todo el consejo de Dios. Debo estar libre de la sangre de todos. El hecho de que la mundanalidad y el orgullo dominan en forma casi universal, no proporciona a ningún cristiano excusa para ser como los demás. Dios ha dicho: “No seguirás a los muchos para mal hacer.” Éxodo 23:2. No juguéis más, hermanas mías, con vuestras propias almas y con Dios. Se me ha mostrado que la causa principal de vuestra apostasía es vuestro amor por el vestido. Os induce a descuidar graves responsabilidades, y tenéis apenas una chispa del amor de Dios en vuestro corazón. Sin demora, renunciad a la causa de vuestra apostasía, porque es un pecado contra vuestra propia alma y contra Dios. No os endurezcáis por el engaño del pecado. La moda está deteriorando el intelecto y royendo la espiritualidad de nuestro pueblo. La obediencia a las modas está invadiendo nuestras iglesias adventistas, y está haciendo más que cualquier otro poder para separar de Dios a nuestro pueblo. Se me ha mostrado que las reglas de nuestras iglesias son muy deficientes. Todas las manifestaciones de orgullo en el vestir, que son prohibidas en la Palabra de Dios, deben ser suficiente razón para que la iglesia ejerza disciplina. Si a pesar de las amonestaciones, súplicas y ruegos, se continúa siguiendo la voluntad perversa, puede ello considerarse como prueba de que el corazón no está de ninguna manera unido al de Cristo. El yo, y únicamente el yo, es el objeto de la adoración, y un cristiano profeso de esta índole apartará a muchos de Dios. Pesa sobre nosotros como pueblo un terrible pecado, porque hemos permitido que los miembros de nuestras iglesias vistan de una manera inconsecuente con su fe. Debemos levantarnos en seguida, y cerrar la puerta a las seducciones de la moda. A menos que lo hagamos, nuestras iglesias se desmoralizarán.

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