Una Apología Adventista de Apocalipsis 13:3
I. Introducción: El contexto profético de Apocalipsis 13
Contemplo el libro del Apocalipsis—y, de manera especial, su
capítulo 13—como una hoja de ruta profética que nos guía a través de los
acontecimientos finales de la historia humana. Mi lectura parte del
enfoque historicista, el mismo que he comprobado una y
otra vez al ver cómo las visiones simbólicas de Daniel y Apocalipsis se
cumplen paso a paso en la historia verificable.
El versículo clave que me ocupa declara: “Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y toda la tierra se maravilló en pos de la bestia”
(Ap 13:3). Para mí, este texto no es una simple nota histórica; marca
un antes y un después dentro del gran conflicto entre Cristo y Satanás.
Describe el ascenso, la caída y el resurgir de un poder perseguidor cuya
influencia terminará dividiendo al mundo en torno a la adoración y la
lealtad.
II. La identidad de la bestia y la herida mortal
1. La bestia compuesta
La primera bestia de Apocalipsis 13 se describe como una amalgama con
apariencia de leopardo, pies de oso y boca de león. Reconozco en esta
figura el mismo poder representado por la cuarta bestia de Daniel 7
cuando, tras su fase pagana, Roma dio paso al poder papal. Esta bestia blasfema reclama prerrogativas divinas y persigue a los santos, exactamente lo que la historia registra durante la Edad Media.
https://leydominical.net/2025/07/19/la-herida-mortal-sanada/