El primer ministro japonés, Shinzo Abe, que canceló una gira por cuatro naciones, tiene programado visitar la afectada región occidental de Japón el miércoles donde al menos 170 personas atrapadas por inundaciones y deslizamientos de tierra causados por lluvias torrenciales.
Salió de Tokio temprano en la mañana para sobrevolar la provincia de Okayama, una de las más afectadas con la de Hiroshima, y visitar varios lugares después.
Además de las ciento setenta y nueve muertes registradas, las autoridades dicen que no tienen noticias de al menos nueve habitantes, los medios hablan de más de cincuenta o sesenta desaparecidos. Este es el desastre más grave relacionado con un fenómeno meteorológico en el archipiélago desde 1982.
Unos 75,000 policías, bomberos, soldados de las autodefensas (denominación del ejército japonés) y guardacostas fueron enviados para ayudar a las víctimas. La investigación y el trabajo de limpieza ahora se realiza en un calor sofocante, con una temperatura de 35 ° C en la sombra “y este clima soleado debería durar al menos una semana”, dijo el portavoz del gobierno.
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