Las profecías de Daniel 11 y Apocalipsis 11 nos revelan que en “el tiempo del fin” se levantaría el Comunismo (ateísmo) como una poderosa fuerza ideológica, desde la Revolución Francesa, pasando por la Revolución Rusa, hasta la formación de la poderosa Unión Soviética. Esta fuerza ideológica recibe en Apocalipsis 11 el nombre de “la bestia del abismo” y en la parte final de Daniel 11 “el rey del sur”.
Las profecías revelan además que en ese contexto del “tiempo del fin” se formaría una poderosa alianza de dos ex enemigos históricos (el Vaticano – con su catolicismo, y los Estados Unidos – con su protestantismo) cuyo propósito ha sido derrumbar a su enemigo común, el Comunismo ateo de la Unión Soviética.
Esto sucedió gracias a la alianza secreta entre el presidente estadounidense Ronald Reagan y el papa Juan Pablo II, que conspiraron para hacer caer la Unión Soviética y eliminar el riesgo de una Tercera Guerra Mundial, nuclear. De esta manera los Estados Unidos llegaron a ser el `brazo extendido´ del Vaticano, presionando a la URSS con su inmensa maquinaria bélica (atómica) y su enorme poder económico (con severas sanciones). Y el Vaticano presionó con su fuerza espiritual y sus crecientes influencias políticas. El colapso de la URSS inició con la caída del muro de Berlin en 1989 y terminó en 1991 con la disolución oficial de la Unión Soviética, que marcó el final de la Guerra Fría, dejando a los EE.UU. como única superpotencia mundial y en alianza estratégica con el Vaticano, según el panorama global predicho en Apocalipsis 13.
Como consecuencia de la disolución de la Unión Soviética, una serie de países, que habían abrazado los dictados de Karl Marx, dejaron de ser comunistas y abandonaron progresivamente esa ideología. Se trata de Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Rumanía y Yugoslavia, además de Alemania del Este. Lo mismo ocurrió con varios países africanos que estuvieron alineados a esa ideología durante la época dorada del Comunismo, tratándose de Angola, Benín, Congo-Brazzaville, Etiopía, Mozambique o Somalia. Fue la dependencia económica de las potencias de Occidente y la corrupción política que propiciaron el abandono del Comunismo. Dos países del este asiático, Camboya y Mongolia; otra isla caribeña, Granada, y el ya inexistente Estado árabe de Yemen del Sur completan la lista de naciones que una vez fueron comunistas y abandonaron esa línea política. Fuente.
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