
Los del pueblo de Dios que comprenden nuestra posición en la
historia de este mundo, están con los oídos abiertos y corazones
receptivos y dóciles, unidos en un todo con Jesucristo. Aquellos,
que no practican las enseñanzas de Cristo y que tratan de abastecerse y
reformarse a sí mismos, encuentran en el anticristo su centro de unión. Mientras los dos grupos permanezcan en pugna, el Señor aparecerá y resplandecerá gloriosamente ante sus ancianos.
Él establecerá un reino que durará para siempre… Ha
llegado el tiempo donde en un momento estaremos en terreno sólido y en
el siguiente la tierra se estará agitando bajo nuestros pies. Cuando
menos lo esperemos habrá terremotos.
EVENTOS DEL TIEMPO FINAL, 163.
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