“Éstos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia.” Apocalipsis 17:13.
Esta antigua advertencia profética se está cumpliendo en nuestro mundo moderno. La profecía predice una época de unidad sin precedentes, no en la verdad ni la justicia, sino en la rebelión. Es la gran convergencia: la alianza final de naciones, sistemas y poderes bajo un mismo plan para adorar a la bestia e imponer su marca.
“Unidad, unidad, unidad” fue el tema central de la Misa Eucarística inaugural del Papa León XIV, el 18 de mayo de 2025. Hizo un llamado a las personas dentro y fuera de la Iglesia, y de todas las confesiones, a unirse en amor y unidad. El Papa repitió este mensaje incansablemente, dejando inequívocamente claro que su ambición no es solo guiar a la Iglesia, sino influir en el mundo entero. Sin embargo, trágicamente, este llamado a la unidad se construyó sobre la frágil base del amor y la unidad humanos, en lugar de sobre la unidad fundada en la Palabra de Dios y la verdad que se encuentra en Jesucristo.
Durante su Misa inaugural, el Papa afirmó lo siguiente:
• “Vengo a ustedes como un hermano que desea ser siervo de su fe y su alegría, caminando con ustedes por el camino del amor de Dios, pues él quiere que todos estemos unidos en una sola familia. Amor y unidad: estas son las dos dimensiones de la misión .” [1]
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