Lunes 21 de octubre EL PELIGRO DE LAS
RIQUEZAS
"Jesús. . . volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar
en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! Más fácil es pasar
un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. ("
Mar. 10: 24, 25)
El plan de Dios es que las riquezas sean adecuadamente
usadas, distribuidas para bendición de los necesitados y para el adelanto de la
obra de Dios. Si los hombres aman sus riquezas más de lo que aman a
sus semejantes, más de lo que aman a Dios o las verdades de su palabra, y si sus
corazones están en sus riquezas, no podrán tener la
vida eterna. . . Así se prueba a las almas. Y, tal como el joven rico, muchos se
apartan con tristeza a causa de que no pueden conservar sus riquezas y también un tesoro
en el cielo. . .
"Todas las cosas son posibles para Dios" "(Mar. 10:27).
. . La verdad, puesta en el corazón por el Espíritu de Dios, expulsará el amor a
las riquezas. El
amor a Jesús y el amor al dinero no tienen cabida en el mismo corazón. El amor
de Dios sobrepasa en tal medida al amor al dinero que el poseedor se desprenderá
de sus riquezas
y transferirá sus afectos a Dios. Por amor, entonces se ocupará de socorrer a
los necesitados y en sostener la causa de Dios. Es su mayor placer prestar la
mejor disposición a las cosas del Señor. Considera todo lo que tiene como si no
fuera suyo, y cumple fielmente su deber como administrador de Dios. . . En esta
forma es posible a un hombre rico entrar en el reino de Dios. . .
Algunos dan de lo que les sobra, por lo que no sienten necesidad. Los
tales no practican la abnegación por la causa de Cristo. Dan liberalmente y de
corazón, sin embargo, tienen todo lo que el corazón puede desear. Dios considera
eso. La acción y su móvil no dejan de ser advertidos por Dios, y ellos no
perderán su recompensa. Pero los que tienen menos medios no deben disculparse a
sí mismos porque no pueden hacer tanto como otros. Haced todo lo que podáis
(Review and Herald, 16 de septiembre, 1884