Sagradas Escrituras (1569)
1Despiértate,
despiértate, vístete tu fortaleza, oh Sion; vístete tus ropas de
hermosura, oh Jerusalén, ciudad santa, porque nunca más acontecerá, que
venga en ti incircunciso, ni inmundo. 2Sacúdete del polvo, levántate, siéntate, Jerusalén; suéltate de las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion.
3Porque así dice el SEÑOR: De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados. 4Porque así dijo el Señor DIOS: Mi pueblo descendió a Egipto en tiempo pasado, para peregrinar allá; y el Assur lo cautivó sin razón. 5Y ahora ¿qué a mí aquí? Dice el SEÑOR: que mi pueblo sea tomado sin por qué; y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice el SEÑOR, y continuamente mi nombre es blasfemado todo el día. 6Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.
7¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que publica la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salud, del que dice a Sion: Reina tu Dios!
8¡Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente jubilarán; porque ojo a ojo verán, como torna el SEÑOR a traer a Sion.
9Cantad alabanzas, alegraos juntamente las soledades de Jerusalén; porque el SEÑOR ha consolado a su pueblo, ha redimido a Jerusalén.
10El SEÑOR desnudó el brazo de su santidad ante los ojos de todos los gentiles. Y todos los términos de la tierra verán la salud del Dios nuestro.
11Apartaos, apartaos; salid de allí; no toquéis cosa inmunda. Salid de en medio de ella; sed limpios los que lleváis los vasos del SEÑOR.
12Porque no saldréis apresurados, ni iréis huyendo; porque el SEÑOR irá delante de vosotros, y el Dios de Israel os ayuntará.
13He aquí, que mi siervo será prosperado, será engrandecido, y ensalzado, y será muy sublimado.
14Como te abominaron muchos, en tanta manera fue desfigurado de los hombres su parecer; y su hermosura, de los hijos de los hombres.
15Pero él rociará a muchos gentiles. Los reyes cerrarán sobre él sus bocas, porque verán lo que nunca les fue contado; y entenderán, lo que nunca oyeron.