Todos los que toman la Palabra de Dios como regla de vida son puestos en estrecha relación unos con otros. La Biblia es su vínculo de unión. Pero su compañerismo no será buscado ni deseado por aquellos que se inclinan ante la sagrada Palabra como ante la guía infalible. Divergirán, tanto en fe como en práctica. No puede haber armonía entre ellos; son irreconciliables. Como adventistas del séptimo día, colocamos por encima de las costumbres y tradiciones el sencillo: “Así dice Jehová”; y por esta razón no estamos ni podemos estar en armonía con las multitudes que enseñan y siguen las doctrinas y los mandamientos de los hombres.
Testimonios para la Iglesia Tomo 5, p.366.