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Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda forma de mal. 1 Tesalonicenses 5: 21-22_ Espacio de análisis de los acontecimientos actuales relacionados con la profecía bíblica
Hay pruebas inequívocas de la inminencia del fin. La amonestación debe darse en lenguaje firme y directo. Es necesario preparar el camino delante del Príncipe de paz que viene sobre las nubes de los cielos. Queda aún mucho que hacer en las ciudades que todavía no han oído la verdad para nuestra época. No debemos establecer instituciones que por sus dimensiones y esplendor rivalicen con las del mundo; sino que debemos proseguir la obra del Señor en su nombre con la perseverancia y el celo incansable que puso el Salvador en su obra.
Como pueblo, tenemos gran necesidad de humillar nuestros corazones ante Dios, implorando su perdón por haber descuidado su mandato misionero. Hemos establecido centros importantes en algunos lugares y dejado sin trabajar muchas ciudades populosas. Pongamos mano a la obra asignada, y proclamemos el mensaje que debe hacer comprender su peligro a hombres y mujeres. Si cada adventista del séptimo día hubiese cumplido su parte, el número de creyentes sería ahora mucho mayor. En todas las ciudades de América habría personas a quienes el mensaje hubiese inducido a obedecer la ley de Dios. En algunos lugares el mensaje tocante a la observancia del sábado ha sido presentado con claridad y fuerza; en cambio, otros lugares han sido dejados sin amonestación. ¿No se tornarán conscientes de su responsabilidad los que conocen la verdad? Hermanos míos, no podéis engolfaros impunemente en empresas y negocios terrenales. No podéis descuidar sin peligro la orden que el Señor os dió. Todo el universo pide a los que conocen la verdad que se consagren sin reservas a proclamar la verdad tal cual les ha sido manifestada en el mensaje del tercer ángel. Lo que oímos y vemos nos llama a cumplir nuestro deber. La actividad de los agentes de Satanás invita a cada cristiano a ocupar su puesto.Nada simulado debe haber en la vida de los que tienen que proclamar un mensaje tan solemne y sagrado. Enterado el mundo de la profesión de fe y altas normas de los adventistas del séptimo día, los está vigilando, y si comprueba que su vida no se amolda a su profesión de fe, los señala con desprecio.
Los que aman a Jesús pondrán su vida entera en armonía con la voluntad de él. Se pusieron del lado del Señor, y debe existir un vívido contraste entre su vida y la de los mundanos. El tentador se les acercará con sus halagos y tentaciones, diciéndoles: “Todo esto te daré, si postrado me adorares.” Mateo 4:9. Pero saben que nada bueno tiene para ofrecerles y rehusan ceder a sus tentaciones. La gracia de Dios los capacita para mantener intactos sus principios. Angeles santos están a su lado, y revelan a Cristo por su firme adhesión a la verdad. Son los milicianos de Cristo y, como buenos testigos, hablan con fuerza y firmeza en favor de la verdad. Demuestran la realidad de la potencia espiritual que hace a hombres y mujeres capaces de no sacrificar nada de la justicia y de la verdad, por mucho que el mundo quiera ofrecerles en cambio. El Cielo honrará a tales cristianos, porque conformaron su vida a la voluntad de Dios, sin fijarse en los sacrificios que les tocaba hacer. La luz que Dios concedió a su pueblo no debe quedar recluída en el seno de las iglesias que ya conocen la verdad. Debe esparcirse en las regiones obscuras de la tierra. Los que anden en la luz como Cristo está en la luz cooperarán con el Salvador revelando a otros lo que él les hiciera conocer. El propósito de Dios es que la verdad para nuestra época sea comunicada a toda nación, lengua y tribu. Hoy cada habitante del mundo está procurando conseguir ganancias y placeres mundanales. Millones de almas no dan consideración ni tiempo a su salvación. El momento ha llegado cuando el mensaje relativo a la próxima venida de Cristo debe resonar por el mundo entero.Apreciados hermanos y amigos, Si tienes pedidos de oración, preguntas Bíblicas que te inquietan, pueden comunicarse con nosotros a través del whatsapp +57 3148442382 +57 3134928325
Los habitantes del universo celestial esperan que los discípulos de Cristo brillen como luces en el mundo. Debe demostrarse en ellos el poder de la gracia que Cristo quiso impartirnos por su muerte. Dios quiere que los que profesan ser cristianos revelen en su vida el cristianismo en su forma más elevada. Son los representantes reconocidos de Cristo; por su medio debe ser representada la realidad del cristianismo. Deben ser hombres de fe, llenos de valor, íntegros, que pongan toda su confianza en Dios y en sus promesas.
Todos los que desean entrar en la ciudad de Dios, deben poner de manifiesto al Salvador en todo trato que tengan durante esta vida terrenal. Así es como los mensajeros de Cristo serán sus testigos. Deben dar un testimonio claro y decidido contra toda mala costumbre, y enseñar a los pecadores el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. A todos los que le reciben, él les da poder de ser hechos hijos de Dios. La regeneración es el único sendero que da acceso a la ciudad de Dios. Este sendero es estrecho y la puerta por la que se debe pasar, angosta; sin embargo, por este camino debemos conducir a hombres, mujeres y niños, enseñándoles que para salvarse, deben poseer un corazón y espíritu nuevos. Los antiguos rasgos de carácter hereditarios deben ser vencidos. Los deseos naturales del alma deben cambiar. Toda malicia, toda mentira, toda calumnia, deben eliminarse. Debe vivirse la vida nueva que nos hace parecer a Cristo.Hemos de ser conductos consagrados, por los cuales la vida del cielo se comunique a otros. El Espíritu Santo debe animar e impregnar toda la iglesia, purificando los corazones y uniéndolos unos a otros. Los que han sido sepultados con Cristo por el bautismo deben entrar en una nueva vida, y dar un ejemplo vivo de lo que es la vida de Cristo. Una comisión sagrada nos ha sido confiada. Esta es la orden que nos ha sido dada: “Por tanto, id, y doctrinad a todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo: enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado: y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” Mateo 28:19, 20. La obra a la que os habéis consagrado consiste en dar a conocer el Evangelio de la salvación. Vuestro poder está en la perfección celestial.
El testimonio que debemos dar por Dios no consiste sólo en predicar la verdad y distribuir impresos. No olvidemos que el argumento más poderoso en favor del cristianismo es una vida semejante a la de Cristo, mientras que un cristiano vulgar hace más daño en el mundo que un mundano. Todos los libros escritos no reemplazarán una vida santa. Los hombres creerán, no lo que diga el predicador, sino lo que viva la iglesia. Demasiado a menudo la influencia del sermón predicado desde el púlpito queda neutralizada por el que se desprende de las vidas de personas que se dicen defensoras de la verdad. El propósito de Dios es glorificarse a sí mismo delante del mundo en su pueblo. El quiere que los que llevan el nombre de Cristo le representen por el pensamiento, la palabra y la acción. Deben tener pensamientos puros y pronunciar palabras nobles y animadoras, capaces de atraer al Salvador a las personas que los rodean. La religión de Cristo debe estar entretejida en todo lo que dicen y hacen. En todos sus negocios, debe desprenderse el perfume de la presencia de Dios. El pecado es una cosa detestable. Por su causa fué marchitada la hermosura moral de un gran número de ángeles. Penetró en el mundo y borró casi por completo la imagen de Dios en el hombre. Mas, en su gran amor, Dios ofreció al hombre la posibilidad de recuperar la posición que había perdido al ceder al tentador. Cristo vino a ponerse a la cabeza de la humanidad para desarrollar en favor nuestro un carácter perfecto. Los que le reciben nacen de nuevo. Cristo vió a la humanidad, como consecuencia del enorme desarrollo del pecado, dominada por el príncipe de las potestades del aire y manifestando una fuerza gigantesca en obras de maldad. Vió también que un poder mayor debía hacer frente a Satanás y derrotarlo. “Ahora es el juicio de este mundo—dijo:—ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.” Juan 12:31. Cristo vió que si los seres humanos creían en él, les sería concedido poder para afrontar al ejército de los ángeles caídos, cuyo nombre es legión. Fortificó su alma con el pensamiento de que, merced al sacrificio maravilloso que iba a hacer, el príncipe de este mundo sería echado fuera, y hombres y mujeres serían capacitados, por la gracia de Dios, para recuperar lo que habían perdido. Hombres y mujeres pueden vivir la vida que Cristo vivió en este mundo si se revisten de su poder y siguen sus instrucciones. Pueden recibir, en su lucha con Satanás, todos los socorros que Cristo mismo recibió. Pueden llegar a ser más que vencedores, por Aquel que los amó y se dió a sí mismo por ellos. La vida de los que profesan ser cristianos sin vivir la vida de Cristo, es una burla para la religión. Cualquiera que esté inscrito en los registros de la iglesia tiene el deber de representar al Salvador llevando el adorno interior de un espíritu manso y apacible. Debe ser su testigo y hacer conocer las ventajas que hay en vivir y trabajar conforme al ejemplo de Cristo. La verdad presente debe manifestar su potencia en la vida de aquellos que creen en ella, para que de este modo se comunique al mundo. Los creyentes deben representar en su vida su eficacia santificadora y ennoblecedora.En la medida de sus oportunidades, todo aquel que recibió la luz de la verdad lleva la misma responsabilidad que el profeta de Israel, a quien fueron dirigidas estas palabras: “Tú pues, hijo del hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los apercibirás de mi parte. Diciendo yo al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, mas su sangre yo la demandaré de tu mano. Y si tú avisares al impío de su camino para que de él se aparte, y él no se apartare de su camino, por su pecado morirá él, y tú libraste tu vida.” Ezequiel 33:7-9.
¿Aguardaremos que las profecías del fin se cumplan antes de hablar de ellas? ¿De qué servirían entonces nuestras palabras? ¿Esperaremos hasta que los juicios de Dios caigan sobre el pecador para decirle cómo evitarlos? ¿Dónde está nuestra fe en la Palabra de Dios? ¿Debemos ver realizadas las cosas anunciadas para creer en lo que él nos ha dicho? En claros y distintos rayos, nos ha llegado la luz, enseñándonos que el gran día está cercano “a las puertas.” Leamos y comprendamos antes que sea demasiado tarde.¡Bienvenidos a A&R Canal! En este video, el Pastor Andrés Portes nos lleva en un profundo viaje espiritual para descubrir *¿Cómo Jesús predicó la Biblia?* Acompáñanos mientras exploramos las enseñanzas de Jesús, su estilo único de predicación, y cómo podemos aplicar sus métodos en nuestra vida diaria. No te pierdas esta inspiradora lección que fortalecerá tu fe y conocimiento bíblico. ¡Suscríbete a nuestro canal para más contenido edificante y comparte este video con tus amigos y familiares! #Predicaciones #Jesús #Biblia #PastorAndrésPortes #ARCanal