Oro y Finanzas
Existe un mercado más valioso que el del oro y la plata en todos los sentidos posibles: el de los alimentos. Pese a ubicarse en el plano de las “materias primas” (commodities), y a su cualidad adicional de ser dinero, los metales preciosos pueden ser intercambiados por comida, pero no lo son en sí mismos. Justo por eso, dichos bienes agrícolas no pueden ser omitidos en ningún análisis de la situación económico-financiera mundial. El hambre por sí sola, es capaz de generar revoluciones armadas y guerras de grandes proporciones.
Como ya se ha expuesto en este espacio con anterioridad, los activos tangibles y los intangibles se alternan en grandes ciclos la supremacía y atención de los inversores, como si se tratara de un gran péndulo que va y viene sin detenerse jamás. Este vaivén, cuando ha mantenido deprimidos los precios de las materias primas durante años, provoca por supuesto grandes desbalances en las variables de la oferta y la demanda. La razón es muy clara. La menor rentabilidad esperada tiende a afectar de manera negativa a la oferta: cada día menos productores están dispuestos a llevar sus mercancías al mercado, pues lejos de ganar podrían incluso perder lo poco que les queda.http://apocalipsisyactualidad.blogspot.com.es/
Existe un mercado más valioso que el del oro y la plata en todos los sentidos posibles: el de los alimentos. Pese a ubicarse en el plano de las “materias primas” (commodities), y a su cualidad adicional de ser dinero, los metales preciosos pueden ser intercambiados por comida, pero no lo son en sí mismos. Justo por eso, dichos bienes agrícolas no pueden ser omitidos en ningún análisis de la situación económico-financiera mundial. El hambre por sí sola, es capaz de generar revoluciones armadas y guerras de grandes proporciones.
Como ya se ha expuesto en este espacio con anterioridad, los activos tangibles y los intangibles se alternan en grandes ciclos la supremacía y atención de los inversores, como si se tratara de un gran péndulo que va y viene sin detenerse jamás. Este vaivén, cuando ha mantenido deprimidos los precios de las materias primas durante años, provoca por supuesto grandes desbalances en las variables de la oferta y la demanda. La razón es muy clara. La menor rentabilidad esperada tiende a afectar de manera negativa a la oferta: cada día menos productores están dispuestos a llevar sus mercancías al mercado, pues lejos de ganar podrían incluso perder lo poco que les queda.http://apocalipsisyactualidad.blogspot.com.es/
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