En el sur de España algunas personas robaron comida en un supermercado para repartirla entre los pobres. La hazaña de estas personas, lejos de ser aplaudida, ha llevado a todos los implicados a las dependencias policiales.
Esta acción, según los propios "ladrones" es una especie de protesta contra las nuevas medidas de austeridad tomadas por el Gobierno. Además, afirman que están indignados por la nueva orden de las autoridades: desde ahora los contenedores de basura de los supermercados, las cafeterías y los restaurantes estarán cerrados con candados.
En medio de la crisis, los necesitados intentan cada vez más obtener comida a través de estos medios.
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