Lo más importante en primer lugar
No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o con qué nos cubriremos? Mateo 6:31
El Señor no quiere que ninguno de nosotros sea presuntuoso que no cuide la salud, y que no haga provisión para el sustento, pero cuando ve que el mundo ocupa todos los pensamientos y absorbe todos los afectos, comprende que las realidades eternas se han perdido de vista. El quiere corregir este mal, que es la obra de Satanás. La mente, que debería prepararse para la contemplación elevada de las realidades eternas, se hace común, y lleva la imagen de lo terreno. Jesús viene para presentar las ventajas y la hermosura de las cosas celestiales, para que las atracciones del cielo se hagan familiares a los pensamientos, y que los recintos de la memoria se adornen con los cuadros de la hermosura celestial y eterna.
El ve las cámaras de la mente llenas con aquellas cosas que contaminan. El coloca a Dios como un centro delante de ella. ... Pasa por los mercados donde todo está lleno de actividad y bullicio, y se oye la voz de los mercaderes. Las lecciones que deja al hablar a las compactas muchedumbres que se reúnen para escuchar su palabra son una advertencia del cielo como la trompeta de Dios para romper el hechizo de la infatuación. “Porque, ¿qué aprovechará al hombre, si granjeare todo el mundo, y pierde su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” Marcos 8:36, 37.
No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o con qué nos cubriremos? Mateo 6:31
El Señor no quiere que ninguno de nosotros sea presuntuoso que no cuide la salud, y que no haga provisión para el sustento, pero cuando ve que el mundo ocupa todos los pensamientos y absorbe todos los afectos, comprende que las realidades eternas se han perdido de vista. El quiere corregir este mal, que es la obra de Satanás. La mente, que debería prepararse para la contemplación elevada de las realidades eternas, se hace común, y lleva la imagen de lo terreno. Jesús viene para presentar las ventajas y la hermosura de las cosas celestiales, para que las atracciones del cielo se hagan familiares a los pensamientos, y que los recintos de la memoria se adornen con los cuadros de la hermosura celestial y eterna.
El ve las cámaras de la mente llenas con aquellas cosas que contaminan. El coloca a Dios como un centro delante de ella. ... Pasa por los mercados donde todo está lleno de actividad y bullicio, y se oye la voz de los mercaderes. Las lecciones que deja al hablar a las compactas muchedumbres que se reúnen para escuchar su palabra son una advertencia del cielo como la trompeta de Dios para romper el hechizo de la infatuación. “Porque, ¿qué aprovechará al hombre, si granjeare todo el mundo, y pierde su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” Marcos 8:36, 37.
El gran Maestro da al hombre una visión del mundo futuro. Lo presenta con sus atractivas posesiones a la contemplación humana. ... Presenta los verdaderos derechos de Dios y del cielo. Si puede fijar la mente en la vida futura y sus bendiciones, en comparación con las preocupaciones temporales de este mundo, el notable contraste causa una profunda impresión. ... Así elimina las cosas temporales y sensoriales de los afectos donde han tenido la supremacía, y les da su lugar como subordinadas a las realidades más elevadas y eternas. Da a la vida las responsabilidades más elevadas. Le muestra al hombre que debe vivir con un propósito, y separarse de todas las vanidades de la vida.—Manuscrito 42, 1890, pp. 13, 14.
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