martes, 11 de marzo de 2014

SER SEMEJANTE A JESÚS.

Usar sabiamente incluso un talento

Por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente... debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo hubiera recibido lo que es mío con intereses.
Mateo 25:25-27.

Nadie debería quejarse porque no tiene talentos mayores. Cuando los seres humanos utilicen para la gloria de Dios los talentos que él les ha dado, entonces mejorarán. No es el momento ahora para quejarnos de nuestra posición en la vida, y excusarnos por nuestro descuido de aprovechar nuestras habilidades debido a que no tenemos otras aptitudes y otra posición, diciendo: “¡Oh, si yo tuviera el don y la habilidad que él tiene podría invertir un capital mayor para mi Maestro!” Si tales personas utilizan el único talento en forma acertada y conveniente, eso es todo lo que el Maestro requiere de ellas.

Miren en nuestras iglesias. Hay sólo unos pocos trabajadores reales en ellas. La mayoría son hombres y mujeres irresponsables. No sienten la carga por las almas. No manifiestan hambre y sed de justicia. Nunca alzan la carga cuando la obra se pone difícil. Son los que tienen sólo un talento y lo esconden en una servilleta, y lo entierran en el mundo; es decir, usan toda la influencia que tienen en sus asuntos temporales. Al buscar las cosas de esta vida, pierden la vida futura, eterna, el cada vez más excelente y eterno peso de gloria. ¿Qué puede decirse y hacerse para despertar a esta clase de miembros de iglesia con el fin de que sientan su responsabilidad hacia Dios? ¿Debe la masa de profesos cristianos, guardadores de los mandamientos, oír las terribles palabras: “Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes” Mateo 25:30?
Cada hombre, cada mujer y cada niño deberían ser trabajadores para Dios. Donde ahora hay uno que siente la carga por las almas, debería haber cien. ¿Qué podemos hacer para despertar al pueblo con el fin de que mejore la influencia y los medios que ya tienen para la gloria del Maestro? Que los que tienen un talento lo usen bien, y al obrar así lo encontrarán duplicado. Dios aceptará “según lo que uno tiene, no según lo que no tiene”. 2 Corintios 8:12.—The Review and Herald, 14 de marzo de 1878.

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