El último mensaje de amonestación al mundo ha de hacer ver a los hombres
la importancia que Dios concede a su ley. Tan claramente ha de ser
presentada la verdad que ningún transgresor que la oiga tenga excusa por
dejar de discernir la importancia de la obediencia a los mandamientos
de Dios.
Se me ha ordenado que diga: Reunid las pruebas bíblicas de que Dios santificó el séptimo día y leed estas pruebas ante la congregación. Mostrad a los que no oyeron la verdad que todos los que se apartan de un claro “Así dice Jehová”, deberán sufrir el resultado de su conducta. En todos los siglos, el sábado ha sido la prueba de la lealtad hacia Dios. “Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel”, declara el Señor.—Obreros Evangélicos, 154, 155 (1915).
Se me ha ordenado que diga: Reunid las pruebas bíblicas de que Dios santificó el séptimo día y leed estas pruebas ante la congregación. Mostrad a los que no oyeron la verdad que todos los que se apartan de un claro “Así dice Jehová”, deberán sufrir el resultado de su conducta. En todos los siglos, el sábado ha sido la prueba de la lealtad hacia Dios. “Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel”, declara el Señor.—Obreros Evangélicos, 154, 155 (1915).
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