Un tiempo de angustia antes que termine el tiempo de prueba
En la página 33 [de Primeros escritos] se lee lo siguiente: “[...] Al comenzar el tiempo de angustia, fuimos henchidos del Espíritu Santo cuando salimos a proclamar más plenamente el sábado”.
Esta visión fue dada en 1847 cuando eran muy pocos los hermanos adventistas que observaban el sábado, y de estos eran aun menos los que suponían que su observancia era de suficiente importancia para trazar una separación entre el pueblo de Dios y los incrédulos. Ahora se comienza a ver el cumplimiento de esa visión. El comienzo “del tiempo de angustia” mencionado entonces no se refiere al tiempo cuando comenzarán a ser derramadas las plagas, sino a un corto período precisamente antes que caigan, mientras Cristo está en el Santuario. En ese tiempo, cuando se esté terminando la obra de la salvación, vendrá aflicción sobre la tierra, y las naciones se airarán, aunque serán mantenidas en jaque para que no impidan la realización de la obra del tercer ángel.—Primeros Escritos, 85 (1854).
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