La relación entre Estados Unidos y el Vaticano siempre ha tenido un peso simbólico y político, pero acontecimientos recientes le han dado un nuevo impulso. Con el nombramiento de Brian Francis Burch II como nuevo embajador de Estados Unidos ante la Santa Sede, se ha forjado una conexión única entre Washington y Roma.
Burch, nominado por el presidente Donald Trump y confirmado por el Senado estadounidense en agosto de 2025, no solo es un católico comprometido, sino también un compatriota de Chicago del papa León XIV, ex cardenal Robert Francis Prevost. El hecho de que ambos compartan raíces en Chicago, Illinois, ha añadido una dimensión profundamente personal e íntima a su relación diplomática, convirtiéndola en la primera vez en la historia que un papa estadounidense y un embajador de Estados Unidos ante el Vaticano provienen de la misma ciudad.
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