En los últimos tiempos, los principales medios de comunicación han comenzado a seguir las órdenes de Roma, desviando la atención del verdadero sábado bíblico hacia el sustituto artificial y falso día de adoración. Un artículo reciente publicado por MSN News el 13 de octubre de 2025, titulado "¿Es el domingo el verdadero sábado de Dios?", afirma con valentía que los cristianos son libres de elegir su propio día de descanso y que la iglesia primitiva, bajo la autoridad de Pedro, cambió el sábado al domingo. El artículo también ataca a los observadores del sábado del séptimo día por afirmar que el Papa cambió el día de adoración sin autorización divina. Tales afirmaciones no solo tergiversan las Escrituras, sino que también perpetúan uno de los engaños más persistentes de la historia cristiana. Desde Génesis hasta Apocalipsis, la Biblia identifica constantemente el séptimo día —no el primero— como el verdadero sábado del Señor.
MSN News publicó las siguientes afirmaciones el 13 de octubre de 2025:
• “ En el contexto general de la explotación laboral y la búsqueda incesante de ganancias, ¿no es justo que exista un día de descanso específico? Si la respuesta es afirmativa, ¿quién determina ese día? ¿Es necesario un acuerdo universal para que sea viable ?” [1]
La cuestión del descanso no se trata de si debería existir un día, sino de qué día santificó Dios mismo. Génesis 2:1-3 y Hebreos 4:4 afirman claramente que Dios descansó el séptimo día, lo bendijo y lo santificó, mucho antes de que existiera el pecado, Israel o cualquier institución humana. Por lo tanto, el sábado es un mandamiento divino que nos recuerda que Dios es nuestro Creador. Éxodo 20:8-11 afirma esta verdad, señalando la creación como la razón para santificar el séptimo día. La Biblia nunca autoriza ninguna transferencia que bendiga o santifique el primer día de la semana.
¿Son los creyentes libres de elegir el día que desean dedicar al culto? Los apóstoles parecían celebrar sus cultos en dos días. Celebraban sus cultos los sábados porque eran judíos, al igual que Jesús, y el Antiguo Pacto ya existía; y, después de la crucifixión, también celebraron sus cultos los domingos bajo el Nuevo Pacto, el primer día de la semana . [1]
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