Asegurad vuestra vocación y
elección
Porque si en vosotros hay estas cosas, y abundan, no os dejarán estar ociosos, ni estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 2 Pedro 1:8.
La única salvaguardia para el cristiano, es que sea incansable en sus esfuerzos por vivir dirigido por un plan que lo conduzca al progreso. El apóstol muestra las ventajas que se obtendrán al obrar de esta manera. Para aquellos que añaden gracia a la gracia, Dios obrará de acuerdo con el plan de multiplicación, para que las gracias estén presentes y abunden en la vida religiosa, y no estén “ociosos ni estériles”. Aquellos que abunden en las gracias cristianas serán celosos, activos, vigorosos en todo cristianismo práctico, y practicarán la justicia, así como la rama que es injertada en la vid producirá el mismo fruto que lleva la vid. ...
El que no sube por la escalera del progreso, y añade una gracia a otra, “es ciego, y tiene la vista muy corta”. Deja de discernir que, sin dar estos pasos sucesivos en la ascensión de la escalera, peldaño tras peldaño, sin crecer en la gracia de nuestro Señor Jesucristo, no se está colocando en una posición en donde la luz de Dios, que se ve por encima de la escalera, pueda reflejarse sobre él. Y como no añade a una gracia otra gracia, se ha olvidado de lo que Dios exige de él, y de que debía recibir el perdón de los pecados a través de la obediencia a los requisitos de Dios. ...
“Por lo cual, hermanos, procurad tanto más de hacer firme vuestra vocación y elección”. 2 Pedro 1:10. No necesitamos tener una esperanza supuesta, sino una seguridad. Para hacer segura nuestra vocación y elección, debemos seguir el plan bíblico de examinarnos íntimamente, y de averiguar cabalmente si estamos convertidos, y si nuestras mentes son arrastradas hacia Dios y las cosas celestiales, si nuestras voluntades son renovadas, y nuestras almas enteramente cambiadas. Asegurar nuestra vocación y elección requiere mucho más diligencia de la que algunos están poniendo en esta importante cuestión. “Porque si hacéis estas cosas”—si vivís en el plan de adición, creciendo en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo—ascenderéis, paso a paso, por la escalera que vió Jacob, y “no caeréis jamás. Porque de esta manera os será abundantemente administrada la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”.—Manuscrito 13, 1884, pp. 12-14.