The
Converd Catoli (USA) - Julio - 1952
Washington, D.C.
Estimado Señor Pacelli:
Washington, D.C.
Estimado Señor Pacelli:
Como bautista y como jefe ejecutivo de la más
grande y poderosa nación del mundo, en la cual todos me llaman simplemente Señor
Truman, no puedo dirigirme a Ud. como Su Santidad, titulo que solo pertenece a
DIOS.
Nosotros, en los Estados Unidos de América, consideramos a todos los hombres iguales delante de Dios y nos dirigimos a ellos por sus verdaderos nombres. Por eso mismo me dirijo a Ud. simplemente como señor Pacelli.
El pueblo que me eligió su Jefe Ejecutivo es una nación democrática, amiga de la paz, por lo tanto mi deber es conseguir la cooperación de aquellos que realmente hayan dado pruebas de desear la Paz y de trabajar para conseguirla, no de los que gritan paz y fomentan la guerra. No creo que Ud. ni su Iglesia estén entre los que verdaderamente desean la paz y trabajan por ella.
En primer lugar, nuestros antepasados fundadores de esta gran nación, conocedores por la historia de la naturaleza de vuestra Iglesia amante de la política y de la guerra, sentaron como principio de nuestro gobierno no permitir vuestra intromisión en nuestros asuntos de gobierno.
Nosotros, en los Estados Unidos de América, consideramos a todos los hombres iguales delante de Dios y nos dirigimos a ellos por sus verdaderos nombres. Por eso mismo me dirijo a Ud. simplemente como señor Pacelli.
El pueblo que me eligió su Jefe Ejecutivo es una nación democrática, amiga de la paz, por lo tanto mi deber es conseguir la cooperación de aquellos que realmente hayan dado pruebas de desear la Paz y de trabajar para conseguirla, no de los que gritan paz y fomentan la guerra. No creo que Ud. ni su Iglesia estén entre los que verdaderamente desean la paz y trabajan por ella.
En primer lugar, nuestros antepasados fundadores de esta gran nación, conocedores por la historia de la naturaleza de vuestra Iglesia amante de la política y de la guerra, sentaron como principio de nuestro gobierno no permitir vuestra intromisión en nuestros asuntos de gobierno.