"Esto dice
el Señor Dios: Mirad que viene la desgracia, la desgracia final. El fin llega,
llega el fin; se ha despertado contra ti, helo aquí que viene. "(Eze. 7: 5, 6,
versión Ausejo).
Terrible será la crisis a que llegará el mundo. Unidos
los poderes de la tierra para hacer la guerra a los mandamientos de Dios,
decretarán que todos los hombres, "pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y
siervos" (Apoc. 13: 16), se conformen a las costumbres de la iglesia y observen
el falso día de reposo. Todos los que se nieguen a someterse serán castigados
por la autoridad civil, y finalmente se decretará que son dignos de muerte. Por
otra parte, la ley de Dios que impone el día de reposo del Creador exige
obediencia y amenaza con la ira de Dios a los que violen sus preceptos.
Dilucidado así el asunto, cualquiera que pisotee la ley de Dios para
obedecer una ordenanza humana, recibe la marca de la bestia; acepta el signo de
sumisión al poder al cual prefiere obedecer en lugar de obedecer a Dios. . .
El sábado será la gran piedra de toque de la lealtad; pues es el punto
especialmente controvertido. Cuando esta piedra de toque les sea aplicada
finalmente a los hombres, entonces se trazará la línea de demarcación entre los
que sirven a Dios y los que no le sirven. Mientras la observancia del falso día
de reposo (domingo), en obediencia a la ley del estado y en oposición al cuarto
mandamiento, sea una declaración de obediencia a un poder que está en oposición
a Dios, la observancia del verdadero día de reposo (sábado), en obediencia a la
ley de Dios, será señal evidente de la lealtad al Creador. Mientras que una
clase de personas, al aceptar el signo de la sumisión a los poderes del mundo,
recibe la marca de la bestia, la otra por haber
escogido el signo de obediencia a la autoridad divina: recibirá el sello de
Dios.
Hasta ahora se ha solido considerar a los predicadores de las
verdades del mensaje del tercer ángel como meros alarmistas. . . Pero a medida
que se va agitando más ampliamente la cuestión de la observancia obligatoria del
domingo, se ve acercarse la realización del acontecimiento hasta ahora tenido
inverosímil, y el tercer mensaje producirá un efecto que no habría podido
producir antes.214 (Nota: CS, 662-664