"Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro
trabajo, sino que recibáis galardón completo. Cualquiera que se extravía, y no
persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la
doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo." (2 Juan 8, 9).
Pronto se hará todo esfuerzo posible para desestimar y pervertir la
verdad de los testimonios del Espíritu de Dios. Debemos estar siempre atentos a
los claros y directos mensajes que, desde 1846 han
estado viniendo al pueblo de Dios.
Habrá quienes una vez estuvieron
unidos con nosotros en la fe, que buscarán nuevas y extrañas doctrinas, algo
extraordinario y sensacional que presentar a la gente. Introducirán todos los
sofismas imaginables y los presentarán como provenientes de la Sra. de White
para que engañen a las personas...
Los que han tratado como una cosa
común la luz que el Señor ha dado, no serán beneficiados con la instrucción
presentada.
Habrá quienes interpreten mal los mensajes que Dios ha dado, de
acuerdo con su ceguera espiritual.
Algunos dejarán su fe y negarán la
verdad de los mensajes, mostrándolos como
falsedades.
Algunos los exhibirán para ridiculizarlos, trabajando contra
la luz que Dios ha estado dando durante años, y algunos débiles en la fe serán
así descarriados.
Pero otros serán grandemente ayudados por los
mensajes. Aunque
no les sean dirigidos personalmente, serán corregidos y eludirán los males
especificados... El Espíritu del Señor estará en la instrucción y se eliminarán
las dudas que existen en muchas mentes. Los testimonios mismos serán la clave
que explicará los mensajes dados, a medida que
se explique un texto con otro. Muchos leerán con avidez los mensajes que reprochan el mal,
a fin de saber lo que deben hacer para ser salvos... Amanecerá luz sobre el
entendimiento y el Espíritu hará impresión sobre las mentes, a medida que la
verdad bíblica sea clara y sencillamente presentada en los mensajes que desde 1846 Dios
ha estado enviando a su pueblo. Esos mensajes han de recibirse en
los corazones y se efectuarán transformaciones.- Mensajes selectos, t. 1, pp.
46, 47