domingo, 10 de mayo de 2020

DEVOCIONAL RECIBIRÉIS PODER "Orientar la santificación de la familia", 10 de mayo


Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.       Proverbios 22:6. Insto a los padres a que junto a sus hijos se preparen para unirse a la familia celestial. Estén listos y, por consideración a Cristo, vivan en condiciones de encontrarse con el Salvador en paz. Denle la dirección debida a esta tarea que comienza en la familia. Profundicen el tema hasta las raíces. Traigan la verdad al hogar para que lo purifique y santifique. No permanezcan al margen de este desafío. ¡Cuánta ceguera manifiestan muchos cristianos en esto que es de su propio interés! Fracasan completamente al no ver lo que Cristo podría hacer por ellos si le permitieran actuar en el seno del hogar. Con el mismo fervor que emplean los mundanos para conquistar ventajas terrenales, los creyentes deberían actuar sinceramente para recibir la corona de la vida. Como resultado, la iglesia de Dios ciertamente avanzará con gran poder... El Espíritu Santo inspira acciones que armonizan con la ley de Dios. Su obra regeneradora será vista en las familias que realizan esfuerzos concienzudos para que se manifieste entre ellos la bondad, la paciencia y el amor. Hay fuerzas todopoderosas que están en acción para que las mentes y los corazones se sometan a la influencia modeladora del Espíritu Santo, las que conducirán a los padres a santificarse, a fin de que los hijos también puedan ser santificados. Los hogares cuyos miembros son atentos y corteses como cristianos, ejercerán una influencia de mucho alcance para el bien. Inspirados por los resultados, otras familias seguirán el ejemplo y se convertirán en guardianes del hogar contra las influencias satánicas. Los ángeles de Dios visitarán con frecuencia los hogares en donde predomina la voluntad de Dios. Bajo el poder de la gracia divina, esos hogares se convierten en refugios acogedores para el cansado y fatigado peregrino. Mediante una vigilancia cuidadosa, el egoísmo no tiene lugar para manifestarse. Allí se forman los hábitos correctos y se cultiva un cuidadoso reconocimiento de los derechos de los demás. La fe que obra por amor y que purifica al ser entero está en el timón para dirigir a toda la familia. Bajo la santa influencia de estos hogares se reconocen y obedecen ampliamente los principios de fraternidad cristiana fundamentados en la Palabra de Dios.—The Southern Watchman, 19 de enero de 1904.

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