jueves, 16 de septiembre de 2021

La quinta trompeta del Apocalipsis (Tema 99) El Islam en la profecía - La 5º trompeta apocalíptica


 

“Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas. Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto. Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.” Apocalipsis 8:1-6. En el contexto de la apertura del séptimo sello, que hemos estudiado en el tema anterior, se nos presentan ahora “a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios”. A ellos “se les dieron siete trompetas.” Apocalipsis 8:1, 2. Esta escena, que introduce una nueva secuencia de “siete”, tiene lugar en la misma presencia de Dios. Ahora Jesucristo aparece parándose “ante el altar, con un incensario de oro”. Recuerde que el “incensario de oro” solo se utilizó en el día Yom Kippur, es decir en el día de las expiaciones del día del juicio en el `lugar santísimo´ del tabernáculo. Vea Levítico 16:12 y Hebreos 9:3, 4. La primera fase (31 d.C. a 1844 d.C.), en la cual Jesucristo ministró como nuestro sacerdote en el `lugar santo´ del santuario celestial, a partir de su ascensión al cielo, vimos en Apocalipsis capítulo 5. Recuerde el tema 38 de este seminario. Y ahora la visión nos introduce a la segunda fase del ministerio celestial de nuestro Señor Jesucristo, cuando en el año 1844 d.C. inició su ministerio como nuestro sumo sacerdote en el `lugar santísimo´ del santuario celestial. Es por eso que el pasaje describe a Jesús `viniendo´ y `parándose´ “ante el altar, con el incensario de oro”. Apocalipsis 8:3. Recuerde los temas 25 al 35 de este seminario. Y ¿entonces qué ocurre y qué hace Jesucristo? “… y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.” Apocalipsis 8:3, 4. El contexto nos presenta el antiguo ritual que se practicaba en el templo del santuario terrenal, sobre el “altar para quemar el incienso”. El sacerdote colocaba carbón o ceniza (“brasas de fuego del altar”) del `altar del holocausto´ sobre él, y quemaba de esta manera el incienso fragante. Esto lo hacía ante Dios por la mañana y al anochecer. Respecto a este “altar” de incienso instruyó nuestro Señor: “Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará. Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso; rito perpetuo delante del Señor por vuestras generaciones.” Éxodo 30:1, 7, 8. Lea también Levítico 16:12, 13. El carbón o la ceniza encendida contenían residuos de la sangre del holocausto. El sacerdote las traía del `altar de los sacrificios´ (también conocido como el `altar del holocausto´ o el `altar de bronce´) y las colocaba sobre el `altar del incienso´ para que ahí consuma el “incienso aromático”. Esto fue una representación del perfecto sacrificio de Jesucristo, del “Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29),ejemplificada por las ovejas inocentes que fueron sacrificadas sobre el `altar del holocausto´ durante los siglos e milenios del Pacto Antiguo. Recuerde el tema 28 de este seminario. Así el carbón o la ceniza del `altar de los sacrificios´ fue una figura de la muerte sustituta del hijo de Dios por los pecadores. Por lo tanto era una representación de la justicia de Jesucristo La mezcla de estos dos ingredientes (incienso y carbón) es el `aroma´ o `perfume´ agradable a Dios que se eleva a Su presencia celestial. Pues cuando nuestras oraciones ascienden al cielo, con la petición del perdón de nuestros pecados, mediante la fe en los méritos del Jesucristo quien murió por nuestros pecados en la cruz del Calvario, entonces nuestro Padre Celestial las recibe gozosamente. Que preciosa manera de representar la reconciliación, el perdón y la salvación. Durante todo el año se realizaba esta obra simbólica en la cual el sacerdote colocaba el “carbón” y el “incienso” sobre el altar del incienso dentro del `lugar santo´ del santuario terrenal. Pero una vez al año, en el día del Yom Kippur, ocurrió algo diferente. ¡El incienso fue llevado por medio del sumo sacerdote, en “un incensario” lleno de carbono, “detrás del velo” del templo de Dios, es decir directamente al `lugar santísimo´ del tabernáculo donde se encontraba el arca del pacto con los diez mandamientos y la simbólica presencia de Dios! El texto lo describe así. que Dios te bendiga en el estudio de su palabra amén.

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