“El que es fiel en lo muy poco, también en lo mucho es fiel.” Lucas 16:10. El que es fiel con sus bienes terrenales, que son los de menor importancia, y emplea juiciosamente lo que Dios le prestó aquí, será fiel a su profesión. “El que en lo muy poco es infiel, también en lo mucho es infiel.” Lucas 16:10 (VM). El que retiene de Dios lo que él le prestó, será infiel en las cosas de Dios en todo respecto. “Por tanto si en cuanto a las riquezas injustas no habéis sido fieles, ¿quién os confiará las riquezas verdaderas?” Lucas 16:11 (VM). Si nos demostramos infieles en el manejo de lo que Dios nos presta aquí, él no nos dará nunca la herencia inmortal. “Y si en lo ajeno no habéis sido fieles ¿quién os dará lo vuestro propio?” Lucas 16:12 (VM). Jesús compró la redención para nosotros; es nuestra; pero nos hallamos aquí a prueba, para ver si resultamos dignos de la vida eterna. Dios nos prueba confiándonos bienes terrenales. Si somos fieles en impartir liberalmente lo que nos ha prestado, para fomentar su causa, Dios puede confiarnos la herencia eterna. “No podéis servir a Dios y al Dinero.” Lucas 16:13 (VM). “Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” 1 Juan 2:15.
Desagrada a Dios la manera negligente en que muchos de los que profesan ser hijos suyos manejan sus negocios mundanales. Parecen haber perdido todo sentido del hecho de que la propiedad que están usando pertenece a Dios, y de que deberán dar cuenta de su mayordomía. En los asuntos comerciales de algunos reina absoluta confusión. Satanás se fija en todo ello y ataca en una oportunidad favorable, y por su manejo de las cosas arrebata muchos recursos de las filas de los observadores del sábado. Y estos recursos van a sus filas. Algunos que son ya ancianos no quieren arreglar sus negocios mundanales, y en un momento inesperado enferman y mueren. Hijos suyos que no tienen interés en la verdad, recogen la propiedad. Satanás lo arregló así para su propia conveniencia. “Por tanto si en cuanto a las riquezas injustas no habéis sido fieles, ¿quién os confiará las riquezas verdaderas? Y si en lo ajeno no habéis sido fieles, ¿quién os dará lo vuestro propio?” Me fué revelado el terrible hecho de que Satanás y sus ángeles intervienen más que Dios en el manejo de la propiedad de los que profesan ser hijos de Dios. Los mayordomos de los postreros días son imprudentes. Permiten que Satanás rija sus asuntos comerciales, y dejan pasar a sus filas lo que pertenece a la causa de Dios y debiera estar en ella. Dios se fija en vosotros, mayordomos infieles, y os llamará a dar cuenta. Vi que los mayordomos de Dios pueden, por una administración fiel y juiciosa, manejar sus asuntos en este mundo con exactitud, honradez y rectitud. Y es especialmente el privilegio y deber de los ancianos, de los débiles y de aquellos que no tienen hijos, colocar sus recursos donde puedan ser empleados en la causa de Dios en caso de que los arrebate repentinamente la muerte. Pero vi que Satanás y sus ángeles se regocijan del éxito que han tenido en este asunto. Y aquellos que debieran ser sabios herederos de la salvación, permiten casi voluntariamente que el dinero de su Señor se deslice de sus manos a las filas del enemigo. De esta manera fortalecen el reino de Satanás, y parecen sentirse perfectamente tranquilos al respecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario